El PP frena el plan de un parque en Alicante porque "no le gusta a nadie"

Más árboles y menos hormigón. Eso le pidió el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, del PP, a Miguel Salvador, arquitecto responsable de la reurbanización del Paseíto de Ramiro, una plaza pública que ha perdido su carácter de jardín romántico con el que fue concebida en 1882 para convertirse, tras su polémica reforma, en un espacio duro e inhóspito, sin apenas arbolado y con mucha piedra artificial. El PSPV, pone esta plaza como ejemplo de la "nefasta gestión" del PP en el tema de espacios públicos.

El proyecto para adecuar el Paseíto lo realizó el Instituto Valenciano de la Vivienda al final de la pasada legislatura, pero el PP lo modificó al descubrirse debajo de la plaza los restos de la muralla medieval de la ciudad. La Consejería de Cultura obligó a integrar los vestigios en la obra, y los trabajos permanecieron meses parados. La reforma acumuló tanto retraso que las quejas vecinales comenzaron a aflorar. "Es de llorar", dicen las pintadas que aún hoy presiden los espacios más visibles del Paseíto. "Esa obra se va a cambiar porque no le gusta a nadie", dijo Díaz Alperi, que ya ha oficializado su petición para modificar de nuevo el proyecto ante el máximo responsable de las obras: el consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón. "Me da igual que estos cambios retrasen la obra y no dé tiempo a inaugurarla antes de las elecciones", indicó el alcalde. Además de incrementar el arbolado y de sustituir el cemento por tierra, Díaz Alperi aseguró que las farolas que se han instalado "se van cambiar por otras de época". El arquitecto trasladó al primer edil su predisposición a cambiar el proyecto para adecuarse a las exigencias ciudadanas, que reclaman la recuperación de uno de los escasos espacios verdes del centro urbano de Alicante. El Paseíto de Ramiro sirvió de irónico escenario al PSPV para presentar su lema electoral: "Alicante, la ciudad que queremos". El candidato socialista a la alcaldía, José Antonio Pina, eligió este espacio "como muestra de una obra que no queremos en esta ciudad", indicó. Y es que la oposición municipal ha encontrado en esta plaza un buen ejemplo para ilustrar la "nefasta gestión" del PP en lo que a tratamiento de espacios públicos se refiere.