El consejero Hernández evita concretar cómo creará 30.000 plazas de parvulario en seis años

El primer pleno del Parlament sobre Enseñanza acabó ayer sin que el debate produjera frutos concretos, más allá de los previamente pactados por la mayoría parlamentaria. El Gobierno de la Generalitat, gracias al apoyo de los diputados del Partido Popular, evitó tener que dar explicaciones sobre cómo, cuándo y con qué financiación creará las 30.000 plazas de parvulario para menores de tres años que prometió el jueves el consejero de Enseñanza, Xavier Hernández. La sorpresa que se sacó de la manga Hernández en su discurso del jueves queda, por tanto, inconcreta.

Ninguna de las propuestas de la oposición consiguió abrirse camino, a excepción de las presentadas por ERC sobre el aprendizaje de lenguas extranjeras y la escuela rural. La que presentaron todos los grupos de la izquierda (PSC, ERC, IC-V y grupo mixto) para que Enseñanza concretara la oferta lanzada por Hernández -en la que se pedía, entre otras cosas, que hiciera público el estudio sobre la demanda de plazas de guardería-, se comprometiera a unos plazos y garantizara la apertura, el próximo mes de septiembre, de 10 nuevas guarderías públicas, fue derrotada con los votos convergentes y populares. La Cámara sí que ratificó la presentada por CiU sobre este asunto, que recoge tan sólo la intención del consejero de promover la creación y oferta de 30.000 nuevas plazas de parvulario en el plazo de seis años, en colaboración con los consejos comarcales, ayuntamientos y la iniciativa privada. Acabado el pleno, Hernández aseguró que iniciaría inmediatamente conversaciones con los sectores educativos para sacar adelante su proyecto. La propuesta, añadió, cuenta "con el grado suficiente de concreción en aquello que es fundamental". El titular de Enseñanza consideró muy positivo el debate y aprovechó para criticar a los partidos de la oposición acusándolos de plantear propuestas "demasiado detallistas" y "escenificar divergencias en clave preelectoral". CiU consiguió la aprobación de todas sus resoluciones y votó también las expuestas por el PP. Destaca la presentada conjuntamente por ambos partidos que insta al Ejecutivo a llevar a cabo "las acciones necesarias" para avanzar hacia la gratuidad de la segunda etapa de la educación infantil (de tres a seis años), "de acuerdo con las previsiones presupuestarias de cada ejercicio". De llevarse a cabo, supondría la financiación pública de este tramo escolar en las escuelas privadas concertadas, dado que en la actualidad ya es gratuito al 100% en las escuelas públicas. Ha sido una de las peticiones más insistentes de la enseñanza confesional, que ha esgrimido la no gratuidad de este tramo para justificar el hecho de que no acuda a sus centros la población más marginada, como la procedente de la inmigración. El diputado del PSC Magí Cadavall resumió la esterilidad del debate al defender una resolución para modificar el diseño curricular de la ESO. "Ya sé que es un signo de identidad que ustedes no quieren cambiar", dijo, "pero ya todo el mundo reconoce que los créditos trimestrales no sirven para nada". Cadevall pidió al PP que apoyara su propuesta en consecuencia con lo manifestado repetidas veces por este partido, pero no lo consiguió. No fue el único. Josep Bargalló, de ERC, lamentó que se rechazaran propuestas positivas y calificó el debate de "mediocre y negativo". A juicio de Carme Tolosana, de IC-V, la oferta de Hernández sobre las guarderías era "un conejo sacado de la chistera" y tildó sus propuestas de "publicitarias". El popular Josep Maria Francàs, definió el debate como "positivo". Dos resoluciones fueron aprobadas por unanimidad. La que abre la puerta a los alumnos del sistema anterior a la reforma que no hayan podido acabar sus estudios para que puedan hacerlo y la que obliga al Gobierno a que presente este mismo año una propuesta de actuación para impartir las enseñanzas artísticas y ampliar la oferta de bachillerato de esta especialidad donde sea necesario.