Un herido confiesa que la explosión de gas de Usera se debió a su intento de suicidio
La explosión de gas natural que el domingo causó 38 heridos en un edificio de Madrid se debió a un intento de suicidio. Así lo ha confesado el supuesto autor, Gustavo Felipe C. G., de 35 años, al equipo médico que le atiende en el hospital de Getafe. Cabrera, que sufrió quemaduras en un 10% de su cuerpo, se negó luego a corroborar esta declaración ante la policía. El hombre, con cuatro antecedentes por robo y dos órdenes de ingreso en prisión, permanece arrestado en el centro sanitario.La explosión se originó en el tercer piso de la calle de Carabelos, 25 (distrito de Usera), a las 15.50 del domingo. El epicentro se situó en la vivienda de la letra C, escalera izquierda, justo la que ocupaba el supuesto suicida Desde un principio los bomberos sospecharon que la deflagración, que arrasó 30 coches y destrozó 40 pisos, se originó por una acumulación de gas natural. Su origen, sin embargo, era un misterio. Los investigadores estudiaron la posibilidad de que se debiese a una apertura accidental de una llave del gas. En esta línea, la empresa suministradora negó su implicación, en la medida en que el estallido se había registrado en una zona interior de la vivienda y, por tanto, bajo responsabilidad de sus dueños. La declaración de Gustravo Felipe ha despejado las últimas dudas. En su confesión, siempre según la versión policial, señaló que dejó abierta la llave del gas de la cocina con la intención de quitarse la vida. Esta declaración fue hecha pública por el delegado del Gobierno y el alcalde para "evitar la alarma e inseguridad" generada por el accidente.
En el siniestro resultó herido grave otro vecino, José Antonio Corral Casado, de 27 años. Su estado ha mejorado hasta el punto de que, como el suicida confeso, ha salido de la UVI. La inculpación de Gustavo Felipe dificultará, según fuentes cercanas al caso, la asunción por parte de los seguros del coste las obras de rehabilitación. Unos trabajos de los que se ha hecho cargo el Ayuntamiento de Madrid, junto con el realojo de las 20 familias que siguen sin hogar. Al tratarse de una acción voluntaria, el suicida puede ser procesado por los daños. Este periódico trató ayer sin éxito de recabar la versión de sus familiares.
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