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Pujol aguarda al visto bueno de los juristas para concretar su propuesta de reforma del Estatut

Jordi Pujol está a la espera de que sus asesores jurídicos le confirmen que su idea sobre una reforma del Estatut que provea de más poder político al Gobierno catalán no presenta grietas inconstitucionales. Si el refrendo jurídico le llega antes del próximo lunes, el presidente catalán concretará su propuesta de modificación estatutaria ese mismo día. En caso contrario, la profusión de detalles que le piden sus aliados de Unió para no confundir a los electores de CiU, habrá de aguardar a mejor ocasión, según fuentes próximas al presidente catalán.

El presidente de la Generalitat recibirá entre hoy y el domingo diversos informes de los servicios jurídicos del Gobierno catalán y de juristas externos sobre su propuesta para incrementar la soberanía política de Cataluña. Pujol no quiere dejar esta vez ningún cabo suelto que luego pueda volverse en contra de su proposición, de la que el líder de CiU siempre ha dicho que encajará perfectamente dentro de los márgenes de la Constitución a poco que ésta sea releída con una mayor sensibilidad hacia los postulados nacionalistas. El flanco jurídico no es el único al que Pujol ha prestado atención en las últimas semanas. También ha puesto cuidado en consultar repetidamente su propuesta soberanista con sus socios democristianos de Unió para evitar que el cuerpo de la coalición CiU pueda registrar fisuras en este asunto. Esta prevención no es gratuita: basta recordar las frecuentes manifestaciones de falta de sintonía entre ambos aliados, que han alcanzado incluso a la propuesta de pacto fiscal presentada recientemente por el consejero de Economía de la Generalitat, Artur Mas. La triple vía Simultáneamente, Pujol y sus colaboradores han trabajado sobre el flanco social para prevenir eventuales rechazos de determinados sectores (empresarios, profesionales...) a algún aspecto concreto de la demanda de más autogobierno. La propuesta soberanista de Jordi Pujol será desvelada por el propio presidente catalán en una conferencia que pronunciará el próximo lunes en Barcelona. El grado de concreción de su exposición dependerá, no obstante, de los informes jurídicos que está pendiente de recibir. En cualquier caso, el criterio general que anima la idea de Pujol es incrementar el poder político del Gobierno catalán por una triple vía, según fuentes de la dirección nacionalista. Primero, con la recepción del ciento por ciento de las competencias previstas en el Estatut de 1979. Segundo, con la obtención de nuevas competencias por delegación del Gobierno central -a través del artículo 150.2 de la Constitución, camino empleado en su día para traspasar a la Generalitat la competencia de tráfico-. El Gobierno catalán espera conseguir por esta misma vía la titularidad de todas las carreteras e infraestructuras de transporte en Cataluña, así como de la gestión de los aeropuertos. Y, en tercer y último lugar, con una reforma del Estatut que recoja formalmente las citadas delegaciones de competencias y, además, conceda al Gobierno de la Generalitat nuevas atribuciones políticas no previstas en el texto de 1979, como las referidas a nuevos avances científicos y tecnológicos (telecomunicaciones, cable, televisión digital terrestre, bioética...) y las que, a juicio de los nacionalistas, se derivarían de la integración europea (representación catalana en organismos de la UE) y de la globalización económica y cultural. La inspiración de 1931 Ninguno de estos fenómenos actuales fue previsto en 1979 -lógicamente- por los redactores del Estatut actual, los cuales, a su vez, se inspiraron en buena medida en el texto estatutario de la República, alumbrado en 1931. El Gobierno de la Generalitat, según fuentes próximas a su presidente, considera que Cataluña no puede entrar en el siglo XXI con una carta de autonomía que en buena parte bebe de las fuentes del primer tercio del siglo XX. Pujol destacará el lunes algunos aspectos de su propuesta soberanista, según medios del Gobierno catalán. Entre los puntos en los que el presidente pondrá énfasis se encuentran las infraestructuras de transporte (carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos) y la política cultural. El líder de CiU considera que, en ambos casos, la Generalitat ha de ser la autoridad única en Cataluña.

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