El Supremo confirma a la hermana del Rey como duquesa de Hernani

La Sala Primera de lo Civil del Tribunal Supremo ha zanjado un viejo pleito sucesorio en el que un sobrino del duque de Hernani, Francisco Javier Méndez de Vigo, marqués de Atarce, disputaba a la infanta Margarita de Borbón y Borbón, hermana del Rey, el título de duquesa de Hernani. La sentencia del Supremo, conocida ayer, da definitivamente la razón a la infanta Margarita en la legalidad de su obtención y disfrute del ducado de Hernani.Méndez de Vigo alegó en favor de su mejor derecho al ducado de Hernani la condición de sobrino carnal de Manfredo de Borbón y Bernaldo de Quirós, a quien Alfonso XIII concedió en 1914 el mencionado título. Impugnó la designación hecha en 1977 por su anciano tío en favor de la infanta Margarita. El juez de primera instancia estimó la demanda, pero el fallo fue revocado por la Audiencia Provincial de Madrid, cuya sentencia ha confirmado ahora el Supremo.

El Supremo ha aceptado los alegatos del abogado de la hermana del Rey, el catedrático de Derecho Civil Ramón López Vilas, quien invocó una pragmática de Carlos IV, aplicable a este caso, en el que se trata de suceder al fundador de un título nobiliario, quien puede designar sucesor, con autorización del Rey, a condición de que no tenga hijos.

La ausencia de hijos permitió a Manfredo de Borbón que se cumpliera su deseo de que el ducado de Hernani pasara a un Borbón, en este caso la infanta Margarita. Un real decreto de 10 de noviembre de 1977 autorizó la designación de la hermana del Rey, impugnada por Méndez Vigo por no haber sido publicada tal disposición en el Boletín Oficial del Estado. Éste y otros argumentos, alegados con gran energía durante 20 años por el abogado Luis Alfonso Méndez de Vigo, han sido sucesivamente desestimados por el Consejo de Estado y la mayoría de las instancias judiciales, incluido el Supremo.

La sentencia del Supremo razona que "la potestad real es fuente de toda dignidad nobiliaria, (...) pues es primordial admitir que quién es creador de las dignidades nobiliarias, tiene potestad para suprimirlas y, asimismo, para modificarlas, aún alterando el orden sucesorio".

La doctrina del Supremo será aplicable en el futuro, de modo que los beneficiarios de títulos nobiliarios concedidos por don Juan Carlos podrán designar sucesor en los casos en que, a su fallecimiento, carezcan de hijos.