Un guardia civil resulta herido al explotar un segundo artefacto en la playa de Salou
Un guardia civil, técnico en desactivación de explosivos, resultó herido en la mañana de ayer al estallarle un artefacto de fabricación casera en una playa de Salou. Se trata de la segunda bomba que explota en una semana dentro de la campaña de extorsión contra intereses turísticos de la costa de Tarragona. El agente, Luis M. G., de 37 años y destinado en Lleida, sufrió heridas en una mano y quemaduras de distinta consideración en otras partes del cuerpo. La semana pasada otro artefacto similar causó la muerte de un jubilado.
Este segundo suceso confirma por una parte que las amenazas realizadas mediante cuatro cartas anónimas a los patronatos de turismo de Salou y Cambrils van mucho más en serio de lo que se había considerado inicialmente.En las misivas se reclamaba el pago de 100 millones de pesetas bajo la amenaza de sembrar de bombas las playas de estas dos localidades turísticas.
Por otra, se descarta completamente que el jubilado de Manresa, Juan Manuel Sarmiento, la primera víctima de esta campaña, estuviera relacionado con el caso. Sarmiento falleció el pasado sábado al explosionarle en otra playa de Salou un artefacto de similares características al de ayer. En un principio los investigadores sospecharon que la víctima hubiera sido el fabricante de la bomba, teniendo en cuenta las declaraciones de varios testigos que le vieron llevando un objeto que consideraron sospechoso poco antes de la explosión. También había levantado sospechas la circunstancia de que la víctima tenía conocimientos de química por un trabajo anterior. Tras la explosión de ayer todas estas hipótesis han quedado totalmente descartadas.
Bomba casera
La bomba casera de ayer estaba colocada en la playa denominada Cala Cran, entre las poblaciones turísticas de Salou y La Pineda, y semienterrada al lado de un chiringuito de verano abandonado.
Dos agentes de la Guardia Civil, ambos pertenecientes a los grupos Tedax de desactivación de explosivos acompañados por un perro, rastreaban la playa sobre las 9.45 horas en busca de cualquier objeto sospechoso. Fuentes de la investigación, informaron que el agente M. G., que no iba protegido con ningún traje especial, cogió el artefacto con una mano y al moverlo saltó disparado uno de los tapones.
El artefacto era un tubo de PVC de unos 14 centímetros de longitud, similar a una cañería de agua, con dos válvulas en los extremos y lleno de pólvora cloratada, igual a la que se usa en pirotecnia. Al parecer, uno de los tapones estaba mal enroscado por lo que se desprendió fácilmente e hirió al guardia civil en una mano.
El agente sufrió graves heridas en el dedo pulgar de la mano derecha y algunas quemaduras de distinta consideración en otras partes del cuerpo, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el hospital Juan XXIII de Tarragona. Según el parte médico, los facultativos confiaban en que el guardia civil, que se encuentra consciente y conserva la movilidad en la mano, no perdiera el dedo. La Guardia Civil ha venido rastreando todas las playas de Salou y Cambrils desde que se recibieron los anónimos en los patronatos de turismo. Fuentes de la investigación informaron de que el sábado también se inspeccionó la cala Cran y los agentes no encontraron ningún objeto sospechoso.
La Guardia Civil se inclina por tanto por el hecho de que la bomba de fabricación casera se colocó en la arena entre la noche del sábado al domingo. Lo mismo sucedió el pasado fin de semana cuando explotó el primer artefacto, que mató al jubilado Juan Manuel Sarmiento.
En ese caso los tapones de ambos extremos del tubo estaban bien enroscados. Al intentarlos abrir, el jubilado se colocó el artefacto en el estómago para hacer más fuerza por lo que al estallar la pólvora le causó heridas mortales.
Reunión de alcaldes
Tras conocerse el suceso, los alcaldes de Salou y de Cambrils se reunieron con la subdelegada del Gobierno en Tarragona, Margarita López, y con los agentes de los grupos Tedax que dirigen las investigaciones. El regidor de Salou, Esteve Ferrán, mostró su preocupación por lo sucedido aunque añadió que no hay que crear alarma ciudadana porque "el hecho está en manos de profesionales que acabarán deteniendo a los autores de la colocación de estos artefactos".
El alcalde mostró su convencimiento de que estos hechos no afectarán la temporada turística ya que no se trata de ninguna banda terrorista.
Ayer por la tarde, la subdelegada Margarita López mantuvo otra reunión con el general de la Guardia Civil de Cataluña para intercambiar opiniones sobre la marcha de las investigaciones.
Las autoridades intensificarán las tareas de investigación ante la proximidad de las vacaciones de Semana Santa. Aunque existe la convicción de que los autores serán pronto localizados hay una razonable inquietud porque se desconoce el número de artefactos sembrados.
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