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EL PROCESO DE PAZ

Los nacionalistas advierten a EH de que "se acaba el tiempo" para que termine la violencia callejera

Varios dirigentes del PNV, EA y de IU reiteraron ayer la advertencia a Euskal Herritarrok, la marca electoral de HB, para que controle o se desmarque de los actos de violencia callejera. "Se nos está acabando un cierto tiempo que nos habíamos dado", dijo el peneuvista Ricardo Ansotegi. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha empeñado su palabra en esa condición para cerrar un acuerdo parlamentario con EH y espera que la declaración contra la violencia marque el final de las amenazas y sabotajes. Pero en la madrugada del domingo fue incendiada una sucursal de la Caja de Ahorros de Navarra.

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Los dirigentes nacionalistas han redoblado este fin de semana las advertencias a EH, para que ayude a que el mensaje contra la violencia callejera cale entre los encapuchados. De alguna manera, ni PNV ni EA pretenden agarrarse a los resquicios que ofrece la declaración suscrita el jueves entre PNV, EA, EH e IU para entender la repetición de episodios como los vividos este fin de semana en Amurrio, Durango y Navarra, donde un grupo de desconocidos incendió sobre las 4.45 de la madrugada del domingo una sucursal de la Caja de Ahorros de Navarra ubicada en la plaza de los Sauces de Barañáin, junto a Pamplona. Además varios jóvenes quemaron un contenedor de basuras en la plaza de Puente la Reina, en el barrio pamplonés de la Chantrea, informa .Aunque en la literalidad del documento, rechazado por socialistas, populares y Unidad Alavesa (UA), se indica que en un "proceso tan complicado no existen situaciones perfectas", los nacionalistas no se quieren apoyar en argumentos fácilmente criticables por la oposición. Sobre todo, cuando los coches, los comercios y las sedes que arden son del PP y del PSE.

Apuesta de Ibarretxe

Ibarretxe ha empeñado su palabra en esta apuesta. Y aunque gráficamente, el lehendakari y Xabier Arzalluz han jugado con la imagen del "paso hacia adelante" al referirse al documento firmado junto a EH, han enviado los mensajes oportunos para que los seguidores de Arnaldo Otegi extiendan entre sus filas la idea de que la vía política no tiene vuelta atrás. Y si para la unidad nacionalista ETA "sobraba" antes de la declaración de la tregua en septiembre, en el camino soberanista abierto tras el Acuerdo de Lizarra, la persistencia de la violencia callejera es una rémora similar.

En esa línea, el dirigente del PNV Ricardo Ansotegi y el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, el peneuvista Íñigo Urkullu, indicaron ayer que "si persiste la violencia no habrá pacto de legislatura con EH". En un tono casi imperativo, Ansotegi indicó a Europa Press: "Pedimos a EH que, o termina la kale borroka o que la condene, porque se nos está acabando a todos un cierto tiempo que nos habíamos dado".

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Urkullu, en una entrevista publicada por El Correo, reconoce que el acuerdo aprobado el jueves en la Cámara vasca por los naciolistas en "sibilino, en función del objetivo": "Traerles [a los radicales] a nuestra línea".

Ante esa especie de "desafío", en palabras del PNV, por los dos últimos sabotajes contra intereses de ediles del PP y el incendiario lenguaje de las juventudes de la Koordinador Abertzale Socialista (KAS), Jarrai, el coordinador de Izquierda Unida-Ezker Batua (IU-EB), Javier Madrazo, interpretó esos actos como un "torpedo en la línea de actuación política de EH". Por todo ello, Madrazo exigió a HB que o demuestra su capacidad para controla al submundo de la violencia o les subraya que ése ya no es el camino.

De hecho, el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, indicó que si llegan a la convicción de que los ataques responden a "una estrategia consentida desde EH", no podrían "compartir un acuerdo". La doble pregunta que se hace ahora toda la clase política vasca es: ¿Tiene EH capacidad y quiere, además, controlar la violencia callejera?

Los más afectados por la violencia, como los ediles el PP, están convencidos de que los incidentes y las campañas de intimidación se mantendrán mientras se formalizan las candidaturas para las elecciones de junio. El secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo, es de la misma opinión, aunque en alguna ocasión ha matizado que este fenómeno se irá deshinchando "conforme se acerque al periodo electoral".

Mientras tanto, unas trescientas personas se concentraron ayer en Amurrio (Álava), convocados por Gesto por la Paz, para condenar la agresión sufrida por el candidato del PP a la alcaldía de esa localidad, Santiago Abascal.

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