_
_
_
_

Japón aprueba un presupuesto aún más expansivo que el previsto inicialmente por el Gobierno

La Cámara baja japonesa aprobó ayer un presupuesto de 81,86 billones de yenes (97,5 billones de pesetas, 586.143 millones de euros) para el año fiscal 1998-1999, que comienza el próximo 1 de abril. El presupuesto, que es un 5,4% superior al previsto inicialmente en la Ley de Finanzas, tiene como objetivo terminar con la recesión más grave que sufre Japón desde la Segunda Guerra Mundial.Los 297 diputados de la coalición gubernamental (formada por el Partido Liberal Democrático y el Partido Liberal) votaron a favor de un presupuesto fuertemente expansivo, frente a los 188 votos de la oposición. Con este presupuesto, el Gobierno nipón pretende relanzar la economía hacia un crecimiento del 0,5% en los dos próximos años, mediante recortes fiscales a las empresas y a los gobiernos locales.

Además, el Gobierno nipón ha previsto la mayor emisión de bonos de la historia, 31 billones de yenes (unos 39 billones de pesetas). El cambio más sustancial es un aumento del 10,5% del gasto en obras públicas, con las que el Ejecutivo trata de estimular la demanda interna.

A pesar de los intentos del Gobieno japonés de reactivar la economía, mediante la bajada de los tipos de interés en las últimas semanas y la aprobación ahora de un presupuesto expansivo, las previsiones de resultados de las empresas niponas no son optimistas. El gigante de la industria electrónica NEC-Packard Bell anunció ayer la supresión de 15.000 puestos de trabajo durante los próximos tres ejercicios y ha previsto unas pérdidas al cierre del presente ejercicio, en marzo, de 1.100 millones de euros (183.000 millones de pesetas), mientras la empresa Toshiba anuncia sus primeras pérdidas en 23 años de actividad.

En el sector bancario, los 15 grandes bancos japoneses, que solicitan una recapitalización a través de fondos públicos, prevén la supresión de 19.631 empleos en los próximos cuatro años, un 13,8% del total de sus efectivos.

A pesar de la intranquilidad reinante, el mercado financiero japonés se mostró ayer impasible ante una nueva depreciación del yen frente al dólar, caída que los analistas consideran "natural" tras la decisión del banco central de Japón de reducir los tipos de interés.

El dólar cotizó a 120 yenes en Nueva York en la madrugada de ayer, el nivel más alto desde el pasado 2 de diciembre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_