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Un lujo supersónico

Alejandro Bolaños

"Es el ferrari de los aviones", explica Jesús Llorente, mientras aparca la furgoneta en una de las cabeceras de la pista principal del aeropuerto de Sevilla. El directivo sigue con la vista el vuelo del avión, que describe una ligera curva sobre las instalaciones de San Pablo. "Hablamos después, que no aguanto el ruido", dice Llorente mientras recupera posiciones hacia el vehículo. La panza del Concorde sobrevuela las cabezas de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, que no pueden evitar doblar la rodilla ante el estruendo de sus cuatro motores Rolls-Royce. José Gallego y Benito Moreno contemplan con escepticismo, el indecoroso cuerpo a tierra de los periodistas. "Esto no es nada, ayer (por el jueves) era mucho peor", relata Moreno quien junto a su compañero instalan una cancela para cerrar una valla. Cien metros más allá, fuera de los límites del aeropuerto, una docena de curiosos sigue , desde primera hora de la mañana, el circuito continuo del Concorde. El avión de British Airways (la compañía inglesa tiene siete aparatos de este modelo, Air France los otros siete) realizó durante poco más de una hora pequeños vuelos de siete minutos alrededor de la pista de San Pablo, en la que aterrizó y despegó al menos una quincena de veces. Un ejercicio que ya había realizado el jueves y que sirvió a las lineas aéreas británicas para adiestrar a 14 de sus pilotos en las dimensiones del aeropuerto y en las peculiaridades del único supersónico que ofrece un servicio comercial. "Las condiciones de San Pablo son idóneas para estas prácticas", explicó Francisco Roldán, director del aeropuerto hispalense. El Concorde necesita una pista algo más larga de lo normal (la sevillana tiene tres kilómetros y medio). Además, el tiempo, las buenas instalaciones y, concede Rodríguez, el bajo nivel de tráfico aéreo han situado al aeródromo sevillano entre los favoritos de las líneas aéreas para entrenar a su personal. "Con el combustible que gasta en estos dos días el Concorde puedo llenar de gasolina mi coche el resto de mi vida", apunta Llorente. Las instalaciones hispalenses ya habían acogido al Concorde en otras tres ocasiones. La última, un vuelo chárter organizado con motivo de la Ryder Cup de golf de 1998 celebrada en Cádiz. Esta vez, sin embargo, la visita del avión anglo-francés, que es capaz de unir en cuatro horas (su velocidad máxima es de 2.000 kilómetros por hora), Nueva York con Paris o Londres, es especial. La instalación de British Airways en el aeropuerto de San Pablo ha alentado la posibilidad de que agencias de viajes internacionales incluyan a Sevilla en los circuitos de turismo de lujo que usan el Concorde como medio de transporte. De hecho, el operador de turismo Goodwood ya ha planteado una oferta en la que Sevilla compartiría cartel con otros destinos como París, Nueva York, Londres, El Cairo y Petra. Los representantes del aeropuerto de San Pablo no pudieron confirmar si el operador inglés ha encontrado clientes suficientes para su circuito de lujo. Pero lo que sí parece probable es que la agencia organice chárteres a Andalucía a partir de la segunda quincena de septiembre. Un Concorde unirá el aeropuerto londinense de Heathrow con el de Sevilla en apenas hora y media. Este circuito no tocará tres continentes como la versión más lujosa, pero la excursión (que incluye una estancia de seis días en la región y visitas a varias ciudades andaluzas) requerirá bolsillos profundos: el precio final del viaje rondaría el medio millón de pesetas.

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