La Audiencia ordena que se investigue si miente el gal que mató a Caplanne
La Audiencia Nacional ordenó ayer deducir testimonio, es decir que se investigue penalmente, si Javier Rovira, condenado en 1987 como autor material del asesinato del ciudadano francés Robert Caplanne, mintió ayer en su declaración en calidad de testigo en el juicio que se celebra estos días contra el supuesto jefe del grupo de los GAL que cometió el atentado, Ismael Miquel Gutiérrez. Miquel huyó a Tailandia tras el crimen, pero después de ser condenado por tráfico de drogas fue entregado por ese país a la justicia española.
Javier Rovira, condenado a 34 años de prisión por el asesinato en 1985 de Robert Caplanne -un electricista francés al que confundió con un etarra- y que ahora se encuentra en libertad condicional, despertó con su testimonio la ira del fiscal y de las acusaciones particular y popular. Contestó sistemáticamente con un "no recuerdo" a todas las preguntas, incluidas las más irrelevantes. Tanto es así que Txema Montero, el abogado de la familia Caplanne , inició irónicamente su turno con la pregunta: "¿Recuerda que se llama Javier Rovira?". Tras un momento de vacilación, el testigo contesto que sí, pero después mantuvo su amnesia respecto a 1985 y 1986.El fiscal solicitó que se dedujese testimonio de toda la declaración de Rovira por si puede ser constitutiva de delitos de falso testimonio en causa criminal y de desobediencia a la autoridad judicial.
Las acusaciones se adhirieron a esa postura y recordaron que Rovira ya había protagonizado un incidente parecido en 1996 cuando compareció como testigo ante el juez instructor, aunque en aquella ocasión reconsideró su actitud y, finalmente, declaró.
Depurar responsabilidades
A pesar de la oposición del defensor de Ismael Miquel, el tribunal acordó remitir la declaración de Rovira al juzgado de instrucción de guardia para que se depuren las responsabilidades correspondientes.
En síntesis, Rovira sólo recordó que formaba parte del mismo grupo de scouts que los otros condenados por el asesinato de Caplanne, José Luis Fariñas y Jorge Porta, de los que era amigo.
Al testigo le fueron mostradas las fotos de los terroristas que tenía que eliminar y que le fueron intervenidas por la policía, así como la que le tomaron cuando alquilaba en Andorra el coche utilizado en el crimen, pero insistió en que no recuerda nada.
Previamente, Porta, otro de los condenados, siguió una táctica similar y también alegó no acordarse de nada. Sin embargo, enfrentado a las declaraciones realizadas anteriormente y tartamudeando, reconoció que policías amigos de Fariñas les propusieron realizar labores de información en el sur de Francia.
También declaró el ex etarra contra el que pretendían atentar, Enrique Errasti, al que confundieron con Caplanne.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.