_
_
_
_

Las galerías catalanas, satisfechas de las ventas obtenidas en la edición de Arco 99

En un año de clara recuperación económica del mercado del arte, no es de extrañar que la mayoría de las 17 galerías catalanas que han participado en la 18ª edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Arco 99, reconozca que ha tenido un feliz regreso, sólo empañado por la amenaza de cambios que pende sobre la feria madrileña si se opta por abrir los criterios de selección.Una de las más satisfechas es la galería Toni Tàpies, que ya en los primeros días vendió una importante obra de Tàpies por unos 20 millones de pesetas a un coleccionista privado español.

El artista catalán en cierta manera ha sido el protagonista de la feria, en donde se ha podido ver buena parte de los cuadros pertenecientes a su última triple exhibición en Barcelona. La madrileña Soledad Lorenzo también vendió otra obra suya por más de 40 millones de pesetas. El galerista Carles Taché estaba eufórico. En la feria vendió varias obras de Sean Scully, Lluís Lleó, Broto y Georges Rousse, y, por 4,5 millones de pesetas, una cabeza de unicornio en piedra realizada por Eduardo Arroyo, la primera de una serie que exhibirá el galerista la próxima temporada en Barcelona. "Tendría que remontarme al menos seis años atrás para encontrar otro año tan bueno", comentaba Taché. "Se nota mucho la bonanza económica y lo bueno ha sido que la gente empezó a comprar desde el principio de la feria". También los responsables de las galerías Joan Prats y Polígrafa, dedicada a obra gráfica, estaban contentos. En la primera habían exhibido obras de Zush, Pijuan, Miquel Navarro, Víctor Pimstein, Marcaccio, Perejaume, Ray Smith y Hanna Collins. Carles Durán, de la galería Senda, también consideraba que "ha sido uno de los mejores años de Arco". En su stand, con precios entre las 85.000 pesetas y los 33 millones, podían verse obras de, entre otros, Othoniel, Dario Urzay, Roqué, Margaleff, Pérez Villalta, Jordi Teixidor, Susana Solano, Tàpies, Navarro Baldeweg y Luis Vidal. La galería, que el próximo 25 de marzo inaugura nuevo local en la calle de Consell de Cent con una exposición de dibujos de Picasso, también presentaba el mismo vídeo de Gino Rubert que puede verse en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. Abundaban también los puntos rojos junto a las pinturas de Anna Miquel, Julio Vaquero, Gloria Muñoz y Regina Giménez en la galería Trama, cuyos precios oscilaban entre las 65.000 y los 4 millones de pesetas. Para Helena Batlle, codirectora de la galería, "ha sido una feria mejor que otros años en muchos sentidos, no sólo por las buenas ventas sino porque al reducirse la aglomeración de gente se ha podido trabajar con tranquilidad y sin agobios". Ferran Cano, quien recordando viejos tiempos de anarquía acudió a Arco con una colectiva de 24 artistas, se mostraba satisfecho de los resultados y alertaba del peligro que sigue asolando a los jóvenes artistas, ya que "el coleccionista continua prefiriendo los valores consolidados". Para Alejandro Sales, quien en Projects Rooms presentaba un interesante filme de Mabel Palacín, artista que el próximo 25 de febrero inaugurará exposición en su sala barcelonesa, junto a obras de Peral, Arbós y otros, confesaba: "En cuanto a ventas me fue mejor en la pasada edición, pero es lógico porque este año mi apuesta era más arriesgada". También Miguel Marcos se mostraba cauto a la hora de hablar de euforias. Había vendido obras de García Sevilla, Bernadí Roig, quien ahora expone en su galería barcelonesa, y algún otro artista. Se mostraba orgulloso de los dos grandes cuadros de Broto y Grau que exhibió en su stand y afirmaba que "no se puede hablar de grandes alegrías ni triunfalismos". "El problema es que las colecciones públicas piden tanto descuento que no sale a cuenta vender", añadió. Pilar Carbonell, de Palma Dotze, estaba tan contenta de las ventas como de la repercusión mediática que consiguió con un stand con obras de Plensa, Valldosera, Perejaume, Sergi Aguilar y Muntades, entre otros. También Pere Soldevilla, de la Metropolitana, reconocía: "De los tres años que hemos participado en Arco, éste ha sido el mejor".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_