El fracasado proyecto del Palacio de Hielo "revive" con un nuevo plan

El viejo proyecto municipal de promover un pabellón con una cancha de patinaje sobre hielo en Hortaleza, empantanado desde 1995, ha tomado un nuevo rumbo. La empresa que tenía que levantarlo y gestionarlo se ha comprometido a comenzar las obras en 10 días siempre que se modifique el plan antiguo, ya que, a su juicio, es inviable desde el punto de vista económico. El Ayuntamiento aprobará un nuevo diseño en el que desaparecen los comercios y se incluyen boleras, cines y una guardería.

La idea de edificar un pabellón cubierto que albergue deportes como hockey sobre hielo o patinaje nació en octubre de 1994 y no la concibió ningún responsable municipal, sino una aficionada a este tipo de actividades. La funcionaria del Ministerio de Hacienda María Luisa Sánchez, aliada con las constructoras Jotsa y GMR, se comprometió con el Ayuntamiento a levantar el pabellón en una parcela cedida por el municipio en la calle de Silvano. Posteriormente, estas empresas, que formaron el consorcio Equipamientos de Deportes y Ocio (Equidosa), abandonaron a la particular y, de acuerdo con el Ayuntamiento, que no se fiaba de la "solvencia de Sánchez", concibieron un nuevo proyecto. Pero la obra no arrancó nunca. Equidosa se resistía a iniciar los trabajos porque no veía mucho futuro al negocio. La infraestructura, además de la pista de hielo, iba a contar con tiendas y un pequeño centro comercial, además de piscinas y gimnasios.Viabilidad de la operación

Equidosa empezó a desconfiar de la viabilidad de la operación después de conocer que El Corte Inglés tenía previsto levantar un supermercado en Hortaleza que perjudicarían a los comercios del proyecto.

En septiembre de 1997, el concejal de Obras, Enrique Villoria, del PP, dio un ultimátum a la empresa para que empezara de una vez. El edil estaba dispuesto a rescindir el contrato. Al final, y según adelantó ayer Villoria, no hará falta. El pleno municipal aprobará un nuevo proyecto presentado por Equidosa en el que desaparecen las tiendas. "La empresa, visto lo de El Corte Inglés, lo que quiere es renunciar a la parte comercial y construir más zonas de ocio que complementen la oferta deportiva de la cancha de hielo ", explicó Villoria. "El aparcamiento subterráneo será más grande, con casi 1.100 plazas,habrá boleras, minicines y una guardería que medirá 900 metros cuadrados", añadió el edil, que concluyó: "Estoy convencido de que a los madrileños les beneficia este cambio".