Fernández justifica a Conde en la "operación Isolux" y modera el papel de Garro en los locales
El ex ejecutivo de Banesto Cándido Fernández Tendero declaró ayer que la presentación de una carta de apoyo de la sociedad patrimonial de Mario Conde Asebur Inversiones a la sociedad Valyser, de Eugenio Martínez Jiménez, presunto testaferro del ex banquero, para realizar la entrada en la empresa Isolux -presunta estafa de 3.800 millones- no era una "garantía, sino sólo una carta de conocimiento" y "no era ejecutable". Fernández admitió que Fernando Garro le envió dinero al Banco de Progreso, en 1989 y 1990, donde trabajó antes de pasar a Banesto, pero moderó su versión anterior.
La declaración de Fernández Tendero, ex director en el Banco de Progreso y, más tarde, subdirector general en Banesto, fue el reflejo, en gran parte, de su nueva situación procesal. Está imputado en la operación locales comerciales que instruye la juez Teresa Palacios.Fue el propio Fernández Tendero quien, nada más tomar asiento, le recordó al presidente del tribunal, Siro García, su situación. "En ese caso, en la parte de su declaración en calidad de testigo está obligado a decir verdad; en lo que se refiere a la parte en la que está imputado la Constitución le da el derecho de no autoinculparse".
El testigo apoyó totalmente los argumentos de la defensa de Mario Conde en la llamada operación Isolux y en la operación locales. Si bien intentó moderar su versión anterior sobre la participación del acusado Fernando Garro, no pudo dejar de reconocer que fue el ex director de servicios de Banesto quien le envió dinero en 1989 y primeros de 1990.
Fernández Tendero explicó que él no recordaba haber solicitado ni haber participado en la gestión de una comfort letter o carta de respaldo a favor de la sociedad Valyser por parte de la sociedad patrimonial de Mario Conde, Asebur Inversiones, en julio de 1990.
Consciente de que algunos acusados, entre ellos Mariano Gómez de Liaño, ha declarado que fue él, Fernández, quien solicitó esa carta, el testigo dijo que "no lo recuerda". Pero aclaró que, en todo caso, si el Banco de Progreso la gestionó él tuvo "que intervenir en el asunto". Con todo, dijo, se trata de una "carta de conocimiento o de presentación que no es ejecutable". Las mismas palabras utilizadas en su día por Martínez Jiménez.
Respecto de Garro, señaló que le envió dinero negro, pero modificó los términos de una declaración más dura, en 1995. El testigo mantuvo un tenso pulso con el letrado de Banesto.
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