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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Digna y forzada

El caso del director de Tráfico de Madrid y su digna pero forzada dimisión pone de manifiesto hasta qué extremos puede llegar la insensatez -a menudo solapada por su retórica- de quienes gobiernan o de los que, perteneciendo a su misma clase o su misma ideología, se apresurarán luego a quitar importancia al asunto o a buscar excusas a su conducta. Ya no se trata de exigir o de esperar de los dirigentes elevadas actitudes como las de aquel senador ateniense que, según nos cuenta Montesquieu, salió un día del Senado de la antigua Atenas dando saltos de alegría porque había sido elegido en su lugar otro ciudadano con mayores merecimientos que él.

No. Porque en estos tiempos tan proclives a la zafiedad como menospreciativos de lo excelso, eso no sería más que el gesto de un loco o de un ingenuo... Se trata, simplemente, de que un ciudadano con una alta responsabilidad pública, que representa muchas cosas, no sólo no es acreedor a la benevolencia cuando ha burlado o descuidado personalmente el cumplimiento de las mismas leyes que tutela: debiera ser juzgado sin atenuantes. Es el mismo punto de vista y doctrina que la sociedad verdaderamente democrática debiera aplicar -en la práctica y no en apariencia- a todos los que han sido primero ilustres, por elegidos, y luego indignos, por transgresores. - .

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