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El estado de Georgia prohíbe por ley a sus ciudades demandar a la industria armamentista de EE UU

La poderosa industria armamentista de EE UU dio ayer un tiro de gracia al derecho a demandarla invocado por los municipios: logró que el estado de Georgia aprobara una ley que prohíbe a sus ciudades entablar todo tipo de acción legal contra los fabricantes de pistolas. Las incesantes presiones de la Asociación Nacional del Rifle (ANR) lograron que en menos de una semana se aprobase una ley que en condiciones normales tardaría meses en recibir luz verde. Tras la victoria, la ANR se vanaglorió en televisión de que tiene poder para hacer lo mismo en los otros estados. Ahora comienza un pulso entre los promotores de armas y quienes abogan por su control, como las otras cinco ciudades de otros estados que, además de Atlanta en Georgia, ya habían presentado demandas: Nueva Orleans, Chicago, Bridgeport y Miami-Dade.

Pero el caso de Georgia muestra que la trama de los lobbies no es fácil de deshacer. La ANR se puso en marcha el mismo día, 4 de febrero, en que Atlanta presentó una querella contra los fabricantes responsabilizándolos de las muertes causadas por sus productos. El propio gobernador de Georgia, Roy Barnes, es miembro de la ANR y logró el cargo con el dinero que esa organización había dado a su campaña. La ANR también financió las campañas de senadores y congresistas de Georgia que aprobaron la ley.

"Es ultrajante, atroz", se queja el alcalde de Atlanta, Bill Campbell, que piensa desafiar la nueva ley y seguir adelante para intentar recuperar los gastos provocados por la violencia. La ley no impide que un simple ciudadano lleve a juicio a los fabricantes. Pero la indemnización que puede obtener una persona es muy inferior a la que un tribunal podría otorgar a un municipio por todos sus vecinos muertos a tiros.

El temor a que las querellas desembocaran en casos como los de las tabacaleras es lo que ha apresurado a los lobbies de armas a cegar esa vía. James Baker, portavoz de la ANR, lo reconocía ayer: "Esas demandas tienen el mismo propósito que las del tabaco. Pero nosotros tenemos muchos amigos".

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