Transportistas y empresa agravan sus diferencias en el paro de butano

El conflicto del butano no se arregla, sino todo lo contrario. Los transportistas autónomos consideran una "falta de respeto" la última oferta de Elkartrans, la empresa encargada del servicio de distribución, de contratarles como empleados. Cuando ya se cumplen 13 días de huelga que han obligado a la Ertzaintza a escoltar el transporte de butano, el portavoz de los trabajadores, Rogelio Pérez, no descartó ayer la paralización del transporte en Vizcaya, aunque eludió concretar el inicio de esta protesta. Pérez señaló que las tarifas del servicio de butano, que originaron el inicio de la huelga, se mantienen invariables. Los transportistas habían pedido un incremento de cerca del 33%, mientras que la empresa sólo accedía a un 6% de alza. En un comunicado, los transportistas y el sindicato Sintrabi acusan a Repsol -que subcontrata a Elkartrans para la distribución del butano- de ahogarles "con unos precios y condiciones cada vez más míseros". A su juicio, la última propuesta presentada es "aún peor que la situación que originó el conflicto. Nos parece una intolerable falta de respeto, si bien apreciamos los buenos oficios que sigue realizando el mediador Mitxel Unzueta". En lo que se asemeja a un ultimátum, consideran "finalizado el tiempo de benevolencia que debió servir para la sensatez. La obstinación de unos y la hipocresía de otros nos obliga a continuar con menos dulzura para conseguir unos objetivos de respeto y dignidad totalmente legítimos". Censuran el abuso de los almacenistas en la situación actual por "las 400 pesetas que roban al consumidor en cada bombona al ahorrarlas en transporte no pagado" y la "soberbia de Repsol butano", que, "aprovechando los medios litros o litros pagados por el consumidor y que quedan en cada bombona devuelta, está defraudando a Hacienda unos 4.700 millones de pesetas anuales". El mediador Mitxel Unzueta y Elkartrans debatían hasta última hora de ayer las nuevas propuestas de las partes en conflicto.