Los reventas revientan las taquillas del Carnaval

Los revendedores profesionales provocaron ayer la suspensión de la venta de entradas para la Final del Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz, que se celebrará mañana en el Gran Teatro Falla. Un grupo de medio centenar de jóvenes pagados por los reventas inició un altercado que terminó con el cierre de la taquilla, después de que el Ayuntamiento lograra despistarlos al abrirla por sorpresa en un lugar desacostumbrado, en los vestuarios de un campo de fútbol en los antiguos Cuarteles de Varela. Tras el anuncio a través de las emisoras de radio poco antes de la una del mediodía, unas 200 personas consiguieron los primeros lugares en la cola. Entre ellos no se contaban los revendedores que, al llegar al lugar y una vez perdidas las opciones de adquirir localidades, desencadenaron una bronca que terminó con la valla protectora por los suelos, la taquilla zarandeada y el concejal de Fiestas, Juan Antonio Guerrero (PP), saliendo protegido por la policía. Algunas personas resultaron heridas leves, pese a la presencia de unos 20 agentes de las policías local y nacional, que no pudieron contener la avalancha. Sólo dio tiempo a vender unas 300 entradas, la mitad del aforo que sale a la venta para la final. El Ayuntamiento anunció ayer que para el año próximo se venderán las entradas, por primera vez, a través de un sistema similar al de las Olimpíadas, mediante sorteo. No obstante, el resto de las entradas de este año se pondrán a la venta hoy, aunque no se ha precisado dónde. Guerrero expresó ayer su incredulidad por lo ocurrido: "Nunca había visto nada semejante y desde luego nos lo ponen muy complicado para conseguir nuestro objetivo, que es que cualquier ciudadano tenga derecho a comprar una localidad". Las entradas más caras, de 8.900 pesetas en taquilla, se cotizan ya en la reventa en 30.000.