El presidente de un centro de desintoxicación, indultado 13 años después de su delito

A la tercera fue la vencida. José Luis Jiménez Duarte, presidente de la Asociación de Ayuda para la Rehabilitación de Politoxicómanos de Málaga (ARPÓM), ha sido indultado de una pena de cinco años de cárcel por un robo que cometió cuando era drogodependiente en 1986. El Consejo de Ministro le concedió la medida de gracia el pasado enero tras haberla solicitado sin éxito en dos ocasiones: en 1992, después de que el Tribunal Supremo ratificase la sentencia, y a principios de 1996. Jiménez, que está rehabilitado desde principios de los 90 y que ha ayudado desde su asociación a un centenar de jóvenes a desengancharse, se mostró muy satisfecho al dar la noticia ayer. "Todo el esfuerzo personal y colectivo invertido durante este tiempo ha dado resultado", manifestó. Y es que en estos años su caso se ha convertido en paradigmático. No sólo por "lo ilógico" de que se le haya denegado con anterioridad -según Manuel Arredondo, presidente de FEMAD (Federación Malagueña de Asociaciones de Drogodependencia)- sino por la tardanza en la respuesta. El tiempo medio de tramitación en estos casos es de más de un año y medio, cuando es denegado, y de siete meses, cuando es aceptado. "Sólo solicitamos el indulto cuando se han agotado el resto de posibilidades que ofrece el sistema legal y cuando creemos plenamente en el futuro de la persona", aseguró Arredondo, quien no perdió la oportunidad para criticar "la arbitrariedad" del Gobierno al aceptar o denegar la medida de gracia, así como su parquedad. Y lo justificó con datos. Desde 1994 se han solicitado 119 indultos en Andalucía para toxicómanos rehabilitados de los que sólo el 22% (26 casos) ha sido aceptados. El 38% (45) ha sido denegados y aún quedan pendientes de respuesta el 40% (48). "Tengo la impresión de que pesa más el informe de la policía y del fiscal que el de las asociaciones", dijo Arredondo.