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El teatro en castellano perdió 180.000 espectadores en favor del hablado en catalán

Con un aumento de 71.417 espectadores, los teatros de Barcelona se quedaron, un año más, a las puertas de recibir dos millones de visitas, según el estudio anual que realiza la Asociación de Empresas de Teatros en Cataluña (Adetca). Satisfechos pero dispuestos a rebasar la cifra de los dos millones, los representantes de la escena privada destacaron un trasvase de 180.000 personas de espectáculos en castellano hacia obras representadas en catalán, y anunciaron un acuerdo con las instituciones públicas para reducir el número de invitaciones en las salas.

Si en 1997 hubo 95.000 espectadores más en montajes en catalán que en los hablados en castellano, en 1998 la diferencia subió hasta 460.000. Así, hubo 1.011.218 de espectadores en catalán y 548.874 en castellano. Durante el año pasado se ofertaron 227 espectáculos en catalán, 10 menos que en 1997. Pero, pese a la disminución, el número de espectadores se incrementó en 178.513 personas. En contraste, se programaron 123 espectáculos en castellano -26 más que en 1997- que recibieron, no obstante, 188.745 espectadores menos que el año anterior. El presidente de Adetca, Daniel Martínez, explicó el fenómeno de la siguiente manera: "Antes, el catalán se asociaba a espectáculos de élite. Ahora se encuentra también en espectáculos comerciales". Los teatros de Barcelona recibieron 1.975.027 visitas en 1998, un 4% más que en 1997, y registraron una ocupación similar a la del año pasado, un 50,23%. Los responsables de Adetca creen que se han acercado a "lo que piden los espectadores", pero esperan rebasar la cifra de los dos millones con campañas centradas en los barrios alejados del centro y en el cinturón industrial de Barcelona. Daniel Martínez recordó que en 1993 los espectadores teatrales de la ciudad rebasaban apenas el millón y argumentó: "Es lógico que el aumento sea cada vez más corto". A juicio de Adetca, en el capítulo positivo del balance hay que situar la subida de público en las salas alternativas. Y en el negativo, la incidencia de las invitaciones en el número total de espectadores -un 13%- y el descenso de un 24% en el público de las salas de teatro infantil, que achacan a los centros cívicos, que ofrecen obras para niños a precios reducidos. La recaudación de los teatros, tanto públicos como privados, llegó a los 3.983 millones de pesetas, un 6% más que en 1997. A pesar de este aumento, Adetca anunció ayer una cruzada "consensuada con el sector público" contra el peso que las invitaciones representan en el número de espectadores: 251.229 sobre el total. "Queremos rebajar mucho esta cifra", subrayó Martínez enfatizando la palabra "mucho". Y es que si no se contabilizan las invitaciones, el aumento de espectadores que abonaron sus entradas respecto a 1997 es sólo del 0,5%. Con la inauguración del Liceo y de la Ciutat del Teatre a la vista, el presidente de Adetca matizó la postura del sector privado sobre el aumento de salas en la ciudad. Si en anteriores ocasiones la asociación se había manifestado en contra de que se incrementara la oferta teatral, ayer dijo que se tienen que coordinar las iniciativas públicas con las privadas para que un mayor número de butacas no repercuta negativamente en el porcentaje de ocupación. En este sentido, las relaciones del teatro privado con el público "van por el buen camino", según Martínez. A pesar de esta vía abierta, los representantes del sector privado acusaron al Ayuntamiento de ejercer "competencia desleal" en el teatro infantil. A juicio de Adetca, los centros cívicos que programan espectáculos para niños a precios inferiores a los del mercado son responsables del descenso de espectadores en esas salas. La irrupción del Teatre Nacional de Catalunya en el paisaje escénico de Barcelona se ha dejado notar. En 1998, 10 de cada 100 espectadores que acudieron al teatro lo hicieron en cualquiera de las tres salas del TNC. Duplicó así su número de espectadores, igualando al Victoria, que en 1998 se mantuvo alrededor de los 200.000 espectadores. Los espectáculos más vistos del año pasado fueron, en buena parte, producciones de temporadas anteriores: La extraña pareja, en el Borràs, siguió barriendo con 149.188 espectadores; Rubianes, solamente, en el Capitol, con 112.332 espectadores, y Els pirates, en el Victòria y en el Tívoli, con 92.851. El sopar dels idiotes, en el Condal, consiguió 79.686 visitas, y El somni de Mozart fue el espectáculo más visto del TNC con 68.699 espectadores.

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