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"Stevia": sacarina mediterránea

INVESTIGACIÓNFERNANDO ARNAIZ, Huelva Los gastos de más de 150.000 millones de pesetas que dedica cada año la Unión Europea a importación de edulcorantes desde Estados Unidos y Japón podrían pasar a la historia en menos de una década. Un grupo de investigadores de la Universidad de Huelva, en colaboración con expertos de Portugal, Alemania y Austria, trabajan en un proyecto comunitario, con una inversión cercana a los 200 millones de pesetas, para el cultivo en el sur de Europa, en Huelva, de la stevia. Se trata de una planta forrajera de 40 centímetros, parecida a la alfalfa, que crece en la cordillera norte del Paraguay y cuya hoja desprende un edulcorante 200 veces más dulce que el azúcar de remolacha, con nulas calorías y sin consecuencias cancerígenas desde el punto de vista toxicológico. El proyecto, que se prolongará al menos hasta el año 2001, se extenderá en el tiempo en el caso de que resulte exitoso: "Se abrirá entonces un proceso de mejora de la planta para adecuarla a las actuales técnicas de cultivo, lo que nos llevará otros tres años, y, posteriormente, se presentará un proyecto de exposición al agricultor", explicó Diego Luis Orihuela, coordinador de la investigación y profesor del departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Huelva. La institución onubense detenta toda la responsabilidad del proyecto y la coordinación del mismo, con la estrecha ayuda de expertos de la Universidad de Faro, en Portugal. Mientras, los investigadores alemanes "tratan de diseñar una máquina que separe el tallo de las hojas de stevia, que son las que aportan el edulcorante". Desde la institución austriaca "se trabaja en la construcción de una cosechadora para segar el forraje en las mejores condiciones", manifestó Orihuela. Pastillas Los técnicos onubenses dirigen en la actualidad todos sus esfuerzos para proyectar "los métodos de cultivo, experimentar con herbicidas y analizar los riesgos agrícolas que pueden surgir de esta plantación", añadió el coordinador de la investigación. La stevia era ya utilizada por los indios guaranís para endulzar el mate, y aún se usa en Argentina. "Lo que pretendemos es que la distribución final de este edulcorante alternativo se realice en formato de pastillitas, como las actuales de sacarina", dijo Orihuela, que confía en el éxito del proyecto: "De ser así, provocaría un ahorro absoluto en importación de edulcorantes a la Unión Europea". Esta planta, según manifestó, "sólo puede cultivarse en países del arco mediterráneo, como Italia, Portugal, Grecia o España, ya que no resiste el frío de otros países". En Huelva, los investigadores ya han dispuesto dos parcelas, en Cartaya y Palos de la Frontera, en las que han plantado stevia. "Cuando llegue la primavera sabremos cuál es la respuesta de lo sembrado", indicó el profesor. Los buenos resultados de esta ambiciosa investigación no sólo reportarán importantes beneficios económicos, sino que "podrían resultar una alternativa a los actuales cultivos en Huelva". La stevia se mantiene en el terreno de cinco a siete años. "Se puede plantar y tener un resultado razonable, bajo mi punto de vista", aseguró Diego Luis Orihuela. Este profesor defiende en todo momento el papel investigador que juega en la actualidad la Universidad de Huelva: "Creo que la institución cuenta con unos expertos magníficos a los que ahora se les está empezando a reconocer su valía, pese a que hayan estado tapados por Sevilla". El coordinador del proyecto añadió que "la Universidad de Huelva tiene un futuro extraordinario en materia de investigación porque sus profesores están muy preparados y a un nivel muy bueno, lo que les permite competir puertas afuera de Andalucía y España". Riesgos mínimos Diego Luis Orihuela opina que la investigación sobre el cultivo de la stevia en la provincia de Huelva "corre unos riesgos mínimos de fracaso", porque "lo máximo que puede pasar es que la planta no se adapte al clima de esta región. Si tenemos en cuenta la factura que paga la Unión Europea en la compra de edulcorantes, el peligro de equivocarse es ridículo". La Universidad de Huelva dará a conocer en los próximos meses los primeros resultados de esta investigación, según anunció el coordinador del proyecto.

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