MAR FLORES, INTERNADA

La modelo Mar Flores, protagonista de la polémica publicación de unas fotos suyas con Alessandro Lecquio en la cama de un hotel de Roma, ingresó en la tarde de ayer, a las 20.37, en el servicio de urgencias de La Paz, según informó telefónicamente a este periódico el jefe de este centro hospitalario. Pepe Flores, el hermano de la modelo, sugirió a la agencia Efe que podía "haber sufrido un desfallecimiento debido a la tensión del día, a una crisis nerviosa". "Estas imágenes son de hace casi dos años, pero el documento gráfico no ha perdido un ápice de interés… ", así introduce su reportaje Interviú. Las imágenes de Mar Flores y Alessandro Lecquio en la cama, publicadas ayer por la revista, han originado un cruce de comunicados en los que cada uno, modelo, conde y publicación, da su versión de los hechos e intenta salvar sus muebles. Mar Flores manifiesta que las fotos "reflejan un pasaje antiguo de mi vida de dos años atrás y se airea ahora con el propósito de perjudicarme". Luego dice que "esas fotos se hicieron para el ámbito estrictamente privado. Nunca con la frivolidad por mi parte de comerciar con ellas". Tras mencionar "haber pagado por mi error más de lo que se pueda suponer", la protagonista de Resultado final señala que "a nadie debería discutirse su capacidad de cambiar, de crecer como persona, de progresar". Finalmente indica que ha requerido personalmente a los responsables de la revista para que se abstuviesen de publicar el reportaje, para el que, afirma, "nunca he dado mi autorización". Y añade: "La concesión de un reportaje fotográfico pactado a la revista, además de reportarme unos importantísimos ingresos, equivalentes a muchos meses de trabajo, habría bastado para que las fotografías que lesionan mi imagen y mi intimidad no se publicaran. Así ha ocurrido en otros casos que son de dominio público". Por su parte, Interviú asegura que es "radicalmente falso" que haya ofrecido a Mar Flores la realización de ningún reportaje fotográfico a cambio de no publicar el que incluye en su último número. El semanario señala que no sólo no ha hecho tal oferta a la modelo, sino que ha sido el abogado de ésta el que "insistió en ofrecer una compensación a cambio de la no publicación del mismo". Lecquio dice que nada tiene que ver con la publicación de las fotos y que denunció su desaparición el 21 de julio de 1998, denuncia que, señala, fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 21 de los de Madrid.