La falsa tregua de ETA

Cuatro meses después de la tregua anunciada por ETA, la organización separatista vasca, el proceso de paz entablado con el Gobierno de José María Aznar está en un callejón sin salida. Era de esperar. El recrudecimiento de la violencia callejera y las ambigüedades políticas del PNV (.complican un poco más la tarea de los partidarios de la paz. (...) Según documentos internos de la banda, (...) la multiplicación de actos violentos desde las elecciones regionales del 25 de octubre puede verse como verdadera estrategia del movimiento separatista. Se trataría de una campaña de acoso, con el objeto de impedir que el Partido Popular recogiera en solitario los frutos electorales de la tregua en la próxima consulta municipal de junio. Todo apunta a que los separatistas han encargado el trabajo sucio a los jóvenes militantes de Jarrai. (. . .) Tampoco pueden ignorarse las graves disensiones que existen en el seno de la banda, sacudida por un debate interno entre defensores y detractores de la paz. (...) Otegi y la dirección de Euskal Herritarrok son considerados demasiado pacifistas por los más radicales. Paralelamente, el comportamiento paradójico del PNV no simplifica la situación: mientras apoya en Madrid al PP, en el País Vasco se ha embarcado en una vía más radical al decidirse a gobernar con el apoyo de fuerzas próximas a ETA. Pese a todo, el Gobierno español se muestra decidido a negociar antes del próximo mes de junio. Pero José María Aznar no oculta sus dudas sobre la voluntad real del movimiento separatista. (...)

/ 5 de febrero