Fuera de listas
Los abajo firmantes, compañeros de trabajo y amigos de Luis Miguel Sánchez Seseña, diputado por IU en la Asamblea de Madrid, emulando a los autores de una carta aparecida como reconocimiento a su labor el pasado sábado 30 de enero en esta misma sección, nos dirigimos a usted buscando pública resonancia para una labor incansable y unos merecimientos discreta y silenciosamente ganados en servicio de los ciudadanos. Nuestro apoyo es, pues, espontáneo, no nos mueve el directo agradecimiento, como a aquéllos. Lo hacemos porque lo creemos justo y en mínima consonancia con los méritos que queremos destacar.
A lo largo de estos años hemos asistido a su entrega diaria a multitud de causas relativas a numerosos colectivos, más o menos extensos, de ciudadanos. Esa labor callada, con acción política de calle en directa atención del afectado, merece nuestro elogio y admiración, por más que algunas de ellas nos sean, en todo o en parte, ajenas.
No es sólo su inusual espíritu solidario lo que ha de destacarse en este hombre de vocación política innovadora, sino otras varias cualidades tan ajenas en la clase política actual. Nos referimos a su frescura y sentido del humor, a su imaginación, su preparación en los frentes económico y ecológico, su inquietud por las posibilidades sociales de Internet en la vida moderna y, por terminar, esas ganas continuas de hacer cosas a través de una dedicación activa, pero reservada, lejana del protagonismo. Repiense sus actitudes la clase política en general, adocenada, mediocre y estúpidamente pudorosa, muy en especial Izquierda Unida, que a tantos va dejando huérfanos de espacio político con su mesianismo e incapacidad práctica para transformar.
Resulta curioso que uno de los diputados más trabajadores, si no el que más, seguramente el más original y preocupado por las demandas de los minoritarios, haya quedado fuera de juego en las listas de su formación desplazado por los "profesionales", desdeñándose así el capital de este hombre, a un tiempo actual, genuino y atípico animal político, tan audazmente liberado de anclaje del pasado que inmoviliza a sus correligionarios dinosaurios.- y cuatro firmas más. .
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