El Gobierno insta al PNV y EA a no ser "rehenes" de la maniobra de EH

El Gobierno instó ayer al PNV y a Eusko Alkartasuna a que no sean "rehenes" de la estrategia de Euskal Herritarrok, destinada a "desprestigiar las instituciones democráticas". Con este llamamiento, el portavoz Josep Piqué respondía a la actitud que las formaciones de Xabier Arzalluz y Carlos Garaikoetxea mantuvieron la víspera en el Parlamento vasco, donde bloquearon las sesiones para apoyar a EH en su iniciativa contra la Audiencia Nacional por negar al etarra preso Josu Ternera su participación en las sesiones de la Cámara.

El Consejo de Ministros volvió ayer a constatar su preocupación por la situación política del País Vasco; ésta vez por la insólita jornada que se vivió el jueves en el Parlamento autónomo. Piqué lamentó y calificó de "incomprensible" que PNV y EA, "dos partidos que han contribuido al proceso democrático", secundaran a EH cuando esta formación abandonó la sesión de constitución de las comisiones de la Cámara porque su presidente, Juan María Atutxa, también del PNV, optó por no dar curso a una condena de las tres fuerzas nacionalistas contra la prohibición a Josu Ternera de participar en las reuniones de la Comisión de Derechos Humanos, decidida por la Audiencia Nacional. El portavoz del Ejecutivo pidió a PNV y EA, en nombre del Gobierno, que reflexionen porque, en su opinión, son víctimas de una estrategia de EH cuyo objetivo es el desprestigio de una institución democrática y autonómica como es el Parlamento vasco. Piqué también fijó posición ante la proposición no de ley de condena a la Audiencia Nacional que los tres partidos nacionalistas registraron en el Parlamento vasco para debatirla en el pleno del próximo día 19, con la que zanjaron el bloqueo, durante dos horas, de la sesión del jueves. Piqué manifestó que es "kafkiano" que un Parlamento, en este caso el vasco, condene una decisión de la Audiencia Nacional. "Es negar la existencia de una división de poderes" propia de un sistema democrático.

Pero el portavoz dijo también que es más sorprendente aún cuando la Audiencia Nacional ha decidido que un ex dirigente de ETA, acusado de presunta responsabilidad en graves delitos, no acuda a una comisión como la de Derechos Humanos, cuyo fin prioritario es analizar los derechos de la víctimas del terrorismo. Piqué se adentró asimismo en explicar la situación de bloqueo en que se encuentra el incipiente proceso de paz en Euskadi. En referencia al Gobierno y ETA, constató que "las dos partes no hablan de las mismas cosas". "Se trata de diálogos superpuestos". El Ejecutivo, recordó, busca la paz, y ha dado pasos en esta dirección: la autorización del presidente del Gobierno para que sus interlocutores hablen con ETA, el acercamiento a cárceles de la Península de los 21 presos etarras que estaban fuera de ella y la puesta en marcha de medidas favorables para las víctimas del terrorismo. Pero ETA, siguió Piqué, cada vez está más claro que lo único que pretende es alcanzar unos determinados objetivos políticos. Reiteró, en este sentido, que la banda terrorista aún no ha designado siquiera los interlocutores para hablar con el Gobierno.