La Fiscalía de Sevilla investiga agresiones sexuales en un centro de acogida de menores de la Junta

La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación para tratar de esclarecer si se han producido agresiones sexuales en el centro de acogida inmediata de menores Talita-kum (en hebreo, "niño levántate"), ubicado en Alcalá de Guadaira. Las pesquisas fueron iniciadas a raíz de un anónimo sobre hechos violentos recibido en la fiscalía de menores y tras al menos otros tres incidentes más de agresiones, uno de ellos un ataque sexual a una trabajadora del centro por parte de un grupo de chicos magrebíes. Talita-Kum es donde la Junta manda a menores desamparados para su acogimiento urgente.

La Fiscalía mantiene abierta la investigación para comprobar la veracidad del anónimo sobre agresiones sexuales, según confirmó ayer Alfredo Flores, fiscal jefe de la Audiencia, que rehusó precisar su contenido. Las fuentes consultadas han acreditado que, además del anónimo, una trabajadora del centro ha presentado una denuncia por un intento de violación por un grupo de adolescentes magrebíes. La denuncia, que finalmente se concretó contra el chaval que lideró el grupo, indicaba que la trabajadora fue objeto de una agresión sexual. Este menor pasó por el correccional de La Jara, también en Alcalá de Guadaira, pero fue devuelto a Talita-Kum. En los últimos meses se han producido al menos otros dos incidentes de agresiones, supuestamente protagonizados por magrebíes. Medios conocedores del caso aseguran que se ha llegado a aislar a un niño de 13 años, que durmió bajo llave en el pabellón de las niñas para preservarlo de las agresiones. Incluso algunos fiscales de menores se resisten a enviar a menores a este centro y prefieren recabar la ayuda de religiosas. Éstos y otros incidentes, la mayoría de vandalismo, los ha solventado la plantilla del centro, que carece de guardas jurados o vigilancia policial. Esto permite que los niños puedan huir cuando les plazca. Talitakum funciona desde hace al menos diez años bajo la dirección y gestión de la Asociación Jesús Abandonado, que pone el edificio y los trabajadores. El recinto, en cuyo interior hay un colegio de educación especial y una residencia, es financiado por la Junta que es la que envía allí a los niños tras un desamparo súbito. El centro es el único de Sevilla para el acogimiento urgente de niños de entre 12 y 18 años que sufren desamparo, bien porque tienen problemas en sus casas (familias desestructuradas, maltrato...) bien por un acontecimiento súbito que les prive de sus padres (abandono, detención, fallecimiento...). La residencia está dividida en cuatro casas para nueve personas cada una, donde los menores se distribuyen por edades y sexos. Un fenómeno relativamente nuevo ha sido la acogida de magrebíes. Los jóvenes norteafricanos indocumentados localizados en Sevilla suelen alegar que son menores, aunque no lo sean, y son enviados a Talita-Kum. La manera de comprobar su edad es radiografiar su muñeca para determinar si su desarrollo óseo es el de un adulto. Tras mucho batallar, la directora del colegio desde hace ocho meses, Jacinta Gómez Pinto, consiguió que un hospital sevillano le dedicara media hora diaria para estas radiografías. La directora, no obstante, rehusó dar información sobre la investigación en marcha y tampoco quiso dramatizar la situación ni centrar su preocupación en los norteafricanos: "También ha ocurrido con niños de aquí y también hay que entender que los magrebíes tienen otra cultura diferente, otros hábitos de vida, están mucho más desarraigados y su deseo no es quedarse aquí, sino marcharse. Aquí dentro, sin frivolizar, se relativizan las cosas y desde luego nosotros trabajamos lo mejor que podemos con los medios que tenemos". La directora general de Atención al Niño, Leonor Rojo, dijo ayer que tenía conocimiento de la investigación, pero prefirió reservarse su opinión para cuando ésta concluya. Sí reconoció que es un centro "muy conflictivo" con problemas de "convivencia violenta". "Estamos muy preocupados por la situación de Talita-Kum y ya estamos estudiando el traslado a un piso de acogida específica en Córdoba de los cuatro o cinco magrebíes del centro", dijo. Rojo, cuyo departamento depende del consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez, también destacó el "modelo cultural, e incluso sexual de los magrebíes" y agregó que tienen también abiertas inspecciones e investigaciones sobre las agresiones. Inspección fiscal Esta situación se suma a la del mal estado de algunas zonas del centro y a las quejas de fiscales sobre el papel jugado por la Junta en la acogida. Un grupo de fiscales efectuó el pasado verano una visita de inspección al centro, sobre el que levantó un acta en el que reflejaba mezclas de menores de distintas edades; la convivencia de jóvenes de acogida inmediata (un máximo de tres meses) con otros de larga duración y un pésimo estado de limpieza y conservación del material. Los fiscales repitieron la inspección en octubre para comprobar que nada había cambiado. Especialmente dañados estaban los enseres donde viven los chavales más conflictivos, que, además no fueron renovados por falta de presupuesto. Las actas fueron enviadas a la Delegación de Asuntos Sociales en Sevilla, que aún no ha respondido.