Dos años de cárcel para el funcionario de la biblioteca de la Comunidad que robó más de 1.000 libros

La Audiencia de Madrid ha impuesto dos años de cárcel y cinco de inhabilitación para ejercer un cargo público a un funcionario de la biblioteca central de la Comunidad de Madrid que robó 1.055 libros con el propósito de venderlos. El tribunal imputa a Raúl M. N., de 44 años y oficial administrativo de la sección de préstamos de esta biblioteca, un delito de malversación de caudales públicos. Cuando fue detenido por la policía, Raúl confesó que se llevó los libros para venderlos porque su sueldo de 131.000 pesetas no le permitía atender sus necesidades familiares. Logró acumular un total de 1.055 volúmenes, que ocultó en cajas en su casa de Las Rozas. Los volúmenes están valorados en casi 1,5 millones de pesetas. La sentencia considera probado que Raúl M. N. "comenzó a sacar libros" de la biblioteca central de la Comunidad, en la que prestaba servicio, "desde los primeros meses del año 1993". Sacaba "dos o tres diarios" durante un periodo de un año.

Los responsables de la biblioteca comenzaron a seguirle los pasos al tener conocimiento de que Raúl "había ofrecido en venta libros con el sello estampado de la Comunidad de Madrid".

Un topo de la policía se hizo pasar ante Raúl por comprador de libros con la finalidad de cerciorarse de que estaba ante el autor del robo de libros de la biblioteca. Terminada la investigación, los responsables de la biblioteca comunicaron los hechos a un juzgado y éste autorizó un registro en el domicilio del funcionario, el 24 de febrero de 1994. Cuando la policía se presentó en su domicilio, el acusado, según el tribunal, se confesó autor del robo e incluso indicó a los agentes el lugar donde ocultaba las 26 cajas con los libros que había sustraído. La pena podía haber sido muy superior, pero sólo le han impuesto dos años porque el acusado, al ver que le investigaban, confesó los hechos y devolvió los libros, según los jueces.

El tribunal que preside José Manuel Maza le ha aplicado el nuevo Código Penal por ser éste más beneficioso que el que regía cuando se cometió el delito. Además, entiende que concurren las atenuantes de confesión y reparación del daño.

Raúl M. N. no irá previsiblemente a la cárcel, pues carece de antecedentes penales y cabe aplicarle la remisión condicional de la condena. Eso sí, no podrá trabajar durante un mínimo de cinco años en la Administración pública.