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Reportaje:

Navarredonda se pone "apellido"

La localidad añade a su nombre el de San Mamés, su pedanía, a petición de los vecinos

Navarredonda (99 habitantes) se ha puesto el apellido de lo que era su pedanía, San Mamés. El bautizo se hizo oficial ayer, cuando el cambio de nombre apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado. Queda atendida así una reivindicación de los vecinos de San Mamés que ya fue aprobada en un pleno municipal de hace más de seis años. "Los vecinos de San Mamés querían que se viera el nombre en el membrete del Ayuntamiento", explicó ayer el alcalde independiente, José María Martínez.Navarredonda y San Mamés, así se llama, son dos nucleos urbanos que conforman un único municipio y están separados entre sí por una carretera comarcal de un kilómetro y medio. Se reparten la población a medias.

Distan unos 90 kilómetros de la capital, y están en plena sierra norte, a 1.200 metros de altitud. La localidad tiene un presupuesto de 11 millones de pesetas. Cuenta con cinco concejales, cuatro independientes y uno de IU.

Un valioso bosque de robles envuelve sus casas. A principios de siglo, el pueblo vivía de la explotación del robledal. "Era la época dorada del pueblo", explica el único edil de IU, Pedro Siguero. Los vecinos elaboraban carbón de roble con técnicas ancestrales. "Esta zona de la sierra abastecía las calefacciones de Madrid, pero cuando se cambiaron por otras [las de gas] se acabaron los ingresos", añade Siguero.

Desde entonces, la población ha disminuido: en 1986 había 126 habitantes. Ahora, 27 menos. Además, la mayoría de la población está jubilada. "Sólo hay cinco jóvenes, cuatro son ganaderos, y el otro, albañil", explica el alcalde independiente, José María Fernández, informático de 39 años. Un pagador llega una vez a la semana a la plaza del pueblo para entregar el dinero de las pensiones.

La localidad nació, como otras de la sierra norte de Madrid, como un pequeño asentamiento de pastores. "Esta zona perteneció hace muchos años a Segovia. Sus primeros pobladores eran pastores. Como eran todo hombres, muchos se iban a Segovia a buscar mozas con las que casarse", comenta Siguero. Así llegó a Navarredonda Hermenegilda, la difunta abuela de Siguero: la pescó su marido en una plaza de Segovia.

En Navarredonda y San Mamés hay dos bares y una pequeña tienda de ultramarinos. No hay farmacias, ni oficinas bancarias, ni de correos. "¿Cómo va a venir un banco a Navarredonda si somos pobres?", se preguntaba el regidor. "Lo único que hay es una furgoneta de nueve plazas que comunica con Buitrago del Lozoya", agregó. En este pueblo hay más vacas que habitantes: la proporción es de cuatro a uno. No en vano los habitantes de la localidad han hecho de la ganadería su fuente de ingresos.

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