Una productora española filmará la realidad política y social del Tíbet
Tíbet, uno de los lugares más inaccesibles del planeta, será el eje central de una serie de cuatro capítulos en formato cine que intentará reflejar ante las cámaras la realidad política y social del País de las Nieves. El documental, que cuenta con un presupuesto de 200 millones de pesetas, es una producción de Levinver en colaboración con Cartel e Impala. Tras un año de negociaciones con el Gobierno chino para conseguir los permisos, El laberinto del Tíbet empezará a filmarse este verano, y se estrenará a finales de 1999.
Con una altitud media de 4.000 metros sobre el nivel del mar, rodeado de las más altas cordilleras, una extensión de casi tres veces España y una población de poco más de dos millones de habitantes, ningún país ha sabido encender la imaginación como el misterioso reino de los monjes budistas. Pero el Tíbet no es sólo una región de maravillas culturales y naturales: desde que en 1949 se produjera lo que los chinos llaman liberación pacífica del Tíbet, y el Dalai Lama, invasión a secas, el país es un territorio controvertido. Para unos es una región autónoma reintegrada a la madre patria. Para el Gobierno tibetano en el exilio, un país sometido a ocupación extranjera. En los últimos años, las opiniones del Dalai Lama (premio Nobel 1989) han sido ampliamente difundidas en Occidente, mientras que apenas hay información directa de la realidad del propio país. Pese a la apertura al exterior que vive China desde 1978 sigue siendo muy difícil para los equipos occidentales rodar allí. "Sólo se suelen conceder permisos para temas específicos, casi siempre relacionados con el alpinismo y el Himalaya", dice el productor Larry Levene, quien reconoce que vencer la reticencia de las autoridades chinas le llevó más de un año de negociaciones, hasta que por fin "un organismo de mucho peso político dio luz verde al plan de rodaje, que coincidirá con el 50º aniversario de la proclamación de la República Popular China y el 40º de la salida del país del Dalai Lama", matiza.
Para Levene, El laberinto del Tíbet "quiere aproximarse al país a través de los ojos de un viajero culto y curioso". La serie se centrará en los rituales fúnebres, las carreras de yaks y caballos, las ceremonias budistas y las representaciones de ópera. Pero, según el productor, el documental de carácter eminentemente informativo, "intentará reflejar con neutralidad y prudencia exquisita la realidad actual de los tibetanos" y tendrá en cuenta la conservación de su lengua autóctona, los derechos humanos y las posibilidades de autonomía real. La producción también ofrecerá, entre otros testimonios, una entrevista con el Dalai Lama.
Larry Levene se estrenó en el mundo de los documentales con Presa de las tres gargantas, reportaje que compró la cadena francoalemana ARTE y TVE. Este trabajo, que emitió La 2 en noviembre de 1997, recorría las zonas inundadas y contaba las consecuencias del desvío del curso del río Yangtsé. Ahora es Discovery Channel, integrada en la oferta básica de Canal Satélite Digital, la cadena interesada en adquirir los derechos de El laberinto del Tíbet.
Debido a las durísimas condiciones climatológicas (fundamentalmente por la altura, que reduce el oxígeno hasta el punto de que en invierno es inferior a un 40% del habitual), el rodaje comenzará en junio y finalizará en septiembre.El equipo, formado por seis españoles y diez tibetanos, contará con la participación de Tote Trenas (La buena estrella) como director de fotografía y con José María Bloch (El milagro de P. Tinto) como responsable del sonido.
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