En el teatro
LUIS DANIEL IZPIZUA No tosan. No, no se admiten las toses. El director lo ha advertido repetidas veces frunciendo el ceño. ¡Ah!, no se trata de la vida, no, no se trata de la realidad, aunque ustedes no parezcan darse cuenta de ello, y tosan, y comenten, y opinen, como se hace en las aceras o en un patio de vecindad. Silencio. La obra exige un silencio respetuoso hasta que baje el telón. Tosan entonces, alíviense de flemas, critiquen, pataleen, aplaudan entonces. Lo harán, sí, aplaudirán, pues sólo el director conoce el final. Un final feliz, dispuesto especialmente para todos ustedes, niñatos incorregibles que no saben distinguir la realidad de su parodia. ¿Pueden ustedes torcer el curso de lo real? Sitúense en su parodia, vuelen hacia ella, y verán como entonces un membrillo es una rosa . Eso ya no es un membrillo. Y esto no es Lizarra. Esto es el Lizarra show. Tampoco lloren. En cuanto a la risa, no parece aconsejable. Desviénse de eso, insubordínese, toquen a rebato y muerdan el membrillo, saboréenlo. Una vida es una vida es un vida y no una opereta de pacotilla en la que todos parecen tontos. Han montado una obra de regeneración nacional y nos piden que juntemos las manos. Una obra tridentina de malvado que rezaba por las noches y se salvó. He ahí el padre prior como lo bendice, como nos pide a todos que lo apoyemos, lo sostengamos, lo acojamos en nuestro seno y le demos papilla. Prietas las filas. Entornen los ojos, beatíficos, y adoren la ternera. Esto no es un becerro, esto, esto es una rosa es una rosa es una rosa. Pero, basta ya, y dejémonos de parábolas. ¿Es la Asamblea de Municipios Vascos la Asamblea de Municipios Vascos, o es otra cosa? Dice el director que es y no es, que es una asamblea y un disimulo de asamblea. ¡Oh cielos!, ya estamos de nuevo en el terreno de la parábola. Veamos, vamos a intentarlo de nuevo. O sea, el PNV, EA y EH se han vestido una capa y se han juntado en una esquina y han dicho: vamos a montar una matxinada, una cacerola de municipios. No, pero tampoco es eso. No, en realidad, se han juntado los tres y se han dicho: somos más de lo que aparentamos y necesitamos una institución que nos englobe, una especie de Commonwealth pero con muchas aldeas. Y dicen: de acuerdo ¿Y?. Entonces tratan de dar contenido a ese interrogante. Y dice el PNV: será una hermandad, un símbolo, un testigo de nuestra territorialidad, osease, la Santa Hermandad, y que suenen las flautas. Y dice EA: será lo que será, pero es una iniciativa legítima, un paso más hacia la conquista de ese derecho irrenunciable que nos asiste como nación, y que suene la OSE. Y dice EH: será el germen del futuro parlamento de Euskal Herria, y que salgan los Ituren u oíganse chirimías, que nos da igual. Y bien, digan lo que digan unos y otros, ¿merece la pena prestarles atención? ¿Se pondrán realmente de acuerdo sobre lo que será? O, en caso de que se pongan de acuerdo, y una vez que hayan sacado, txukun-txukun, la papela del comunicado, ¿se pondrán de acuerdo en las iniciativas que hayan de tomar en adelante? O , en caso de que se pongan de acuerdo también en eso, ¿derivará todo ello hacia algo más que una cacerola de municipios? ¿Y nos hemos dado cuenta de que las consecuencias de tanta insensatez las vamos a pagar los vascongados, los ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca, no los de Iparralde ni los navarros? ¿Nos hemos dado cuenta de que es nuestro Gobierno el que está en sus manos, no el de Iparralde ni el de Nafarroa, y que es sobre nuestro gobierno sobre el que van a incidir? ¿Hemos de permitir que el alcalde de Sara nos diga a los vascongados lo que tenemos que hacer? Pero, tranquilicémonos. Dice el PNV que todo esto es, en realidad...una charada, pura puesta en escena para dar gusto con una pamema a los de EH y conseguir así que pasen por el aro. Teatrillo para tontos, como lo de Josu Ternera. Y en efecto, así es, pues resulte lo que resulte de todo ello se parte siempre de la connivencia de los tontos. Tontos los de EH, si todo acaba siendo una charada. Tontos todos los demás, a los que se nos pide que no tosamos, no critiquemos, no ridiculicemos este bodrio. Su primera representación: el sábado día 6 en el teatro Gayarre de Pamplona. No se la pierdan.
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