Mondoñedo desembarca en el corazón de Madrid con su mercado medieval

Desde 1156, todos los años, en la plaza de la catedral de Mondoñedo (Lugo), se celebra ininterrumpidamente la feria de As San Lucas, un mercado que aún conserva, ocho siglos después, el aroma y el sabor de aquella villa bulliciosa y colorista que surge del corazón mismo del valle, a medio camino entre las tierras llanas y la costa del Cantábrico. Tanta fama ha alcanzado ese mercado que la villa lucense ha optado por exportarlo a otras ciudades: Vigo, Santiago de Compostela, Lugo capital. Hoy, por fin, el jolgorio de peregrinos, judíos, el ciego de satíricas coplas y demás figuras que ha conservado la tradición saltan la frontera de Piedrafita y desembarcan en terrenos mesetarios: la muy madrileña plaza de Tirso de Molina.A partir de las 11.30, curiosos y paseantes podrán adentrarse por este mercado, en el que no faltan el mesón, los talleres de zoqueiros (constructores de zuecos) y oleiros (alfareros) y, sobre todo, las mesas con ricas viandas de la tierra de Álvaro Cunqueiro: empanada, jamón cocido, liscos (tocino a la brasa), quesos, tarta de Mondoñedo, orejas y filloas, entre otras delicias para la golosía. En el centro de la escena, una fuente riega de vino las gargantas de los hambrones. La fiesta mindoniense se prolongará hasta las tres de la tarde, si para entonces quedan aún viandas.