TOGADO POETA
Las sentencias del magistrado de un juzgado tinerfeño, Álvaro Gaspar Pardo, son todo un poema. Al menos, eso se deduce de un dictamen suyo que ayer publicaba parcialmente La Gaceta de Canarias. Este juez amante de la rima, que trata pleitos de familia, dicta sus decisiones judiciales con una indisimulada métrica:"Procede acceder a la separación que imploran tanto el señor Triana, al que no le da la real gana de soportar la tensión, como la señora Sarmiento, que no sufriendo escarmiento, tras su primer tropezón, persiste en el mismo tono, y aduciendo el abandono, suplica una solución".
Claro que no todo es verso, y de vez en cuando introduce prosa, pero, eso sí, muy poética. En la misma sentencia señala: "Te recuerdo, Amanda. Y no debo olvidarme de ti al final de la sentencia, cuya primera destinataria debes ser tú. Porque eres pequeña, porque estás indefensa, y porque no tienes la culpa de nada...". Todo un ejemplo para esos jueces que dictan algunas de esas largas y técnicas resoluciones que los profanos afectados la mayoría de las veces nunca entienden.- ,
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