El Círculo de Bellas Artes apuesta por directores jóvenes para su cine
Por primera vez en su historia, el Círculo de Bellas Artes gestionará el cine del mismo nombre, una sala de su propiedad construida en los años cincuenta, pero que desde el principio estuvo arrendada a una empresa privada que se ocupaba de explotarlo. El Círculo ha logrado recuperar la sala y piensa convertirla en un cine estudio con una programación de riesgo: cortos, nuevos realizadores y ciclos variados.
En la programación de este espacio colaborará de forma muy estrecha la Comunidad de Madrid, de tal manera que se puede decir que el cine Bellas Artes será la sala que la Comunidad dedica al séptimo arte. La Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid tendrá también una presencia importante en el nuevo local, así como los directores que empiezan su carrera."El Círculo va a dar muchísima importancia a la sala de cine. Es una de las dos novedades de esta institución [la otra es la emisora de radio que todavía no ha empezado a funcionar]", declara César Antonio Molina, director del Círculo.
El nuevo cine Bellas Artes tiene capacidad para 430 butacas y ocupa lo que en un principio fue la piscina de esta institución cuando se fundó, en 1880: porque el Círculo, en su afán de emular la cultura clásica, dio mucha importancia a las cuestiones relacionadas con el cuerpo. Contaba también con un gimnasio.
A partir de ahora, el Círculo cuenta con un cine estudio, cuya programación se organizará fundamentalmente en ciclos temáticos. Por ejemplo, ya está decidido que la semana correspondiente al Día del Libro se celebrará un ciclo sobre cine y literatura. Está previsto también un programa dedicado al cine musical, en el que, además de películas, se ofrecerán documentales sobre festivales. Otros ciclos estarán dedicados a diferentes directores.
Este tipo de programación no es del todo nueva para este espacio, ya que en los años setenta fue una de las primeras salas que ofrecieron películas de arte y ensayo, cine subtitulado o trabajos de directores que tenían poco que ver con los gustos de los dirigentes políticos de esos momentos.
La Comunidad tendrá una presencia muy importante en el nuevo espacio del Círculo. A partir de ahora, toda la programación de cine que organice la Comunidad (como el festival Madrid Imagen) tendrá como sede esta sala. Y desde el Centro de Estudios y Actividades Culturales de la Comunidad se trabajará en la elaboración de su programación en colaboración con el Círculo. Otra de las apuestas importantes del nuevo espacio serán los cortos. Se presentará en él la Muestra de Cortometrajes de la Comunidad de Madrid, que del 1 al 4 de marzo celebrará su primera edición. Con esta muestra, además, quedará inaugurada oficialmente la sala como cine del Círculo. También se exhibirán los cortometrajes realizados en la Escuela de Cine de la Comunidad, gracias a un acuerdo que se firmará próximamente con la escuela que dirige Fernando Méndez Leite, tal y como avanza Molina. Se prestará atención, además, a los cortos realizados en escuelas de cine de toda Europa, a los que se dedicarán varias sesiones.
El cine Bellas Artes abre sus puertas a los jóvenes directores. También a aquellos cuyos trabajos tienen difícil cabida en los cines comerciales. Se atenderá por ello a las películas que no logran llegar al estreno. Pero de lo que no se alejará en ningún caso es de la calidad. Y mucho menos en el caso de las sesiones dedicadas a público infantil, otra de las apuestas importantes de la programación del cine estudio Bellas Artes. "Serán películas del cine clásico infantil, pero formativas, películas educativas que hagan pensar", declara Molina.
Recuperación de espacios
La recuperación del cine Bellas Artes, que a partir de ahora se llamará cine-estudio Bellas Artes, forma parte de la política de recuperación de espacios que sigue esta institución desde hace dos años. Su dirección tiene ahora los ojos puestos en el teatro Bellas Artes, una sala que, como el cine, fue arrendada desde su construcción, en los cincuenta. Ha sido el empresario y director José Tamayo el encargado de la explotación del teatro. La idea de la dirección es recuperar la totalidad del edificio para dedicarlo a las actividades culturales propias de la institución. Hasta hace poco, y debido a los problemas económicos por los que ha pasado esta institución, muchas plantas estaban ocupadas por oficinas que nada tenían que ver con los programas culturales que se desarrollan en el emblemático edificio de la calle de Alcalá.
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