PEPE LUIS CARMONA, "HABICHUELA" CANTAOR "Estoy con Canales porque es mi colega, es el mejor y gano pasta"
Su sobrenombre le delata. Pepe Luis Carmona pertenece a los Habichuela, notable familia de guitarristas gitanos y flamencos. Sin embargo, el fundador de La Barbería del Sur, quien durante el pasado fin de semana respaldó al bailarín Antonio Canales en Bilbao, no se gana la vida con el toque, sino con el cante. Bien lo acredita Caído del cielo, su estreno en solitario, que encuentra acomodo en el cajón del llamado nuevo flamenco a base de intercalar pasajes jazzísticos y funkies entre tientos, soleares, fandangos, martinetes y bulerías. Pregunta. ¿Qué hace un Habichuela dándole al cante? Respuesta. La guitarra me encanta, pero el cante me gusta más. Mi padre [Luis Habichuela], antes de tocar, cantaba y mis familiares han dedicado mucho tiempo a acompañar al cante con su guitarra. Aparte, en flamenco, el que cante tiene que tocar un poco y el que toque tiene que bailar un poco. Es así, una soleá tienes que saber tocarla, bailarla y cantarla. P. ¿Qué diferencia a su nuevo disco de los dos que grabó con La Barbería del Sur? R. Con La Barbería la fusión venía de un punto de vista mucho más comercial, digamos, más por la cara. Ahora hay un punto de vista más flamenco, más difícil de entender para la gente y de vender. Menos comercial, pero también más romántico. Intento fusionar el cante, que para mí es la ley del flamenco, con otras músicas. P. ¿Entiende a los que no consideran auténtico flamenco fórmulas como la suya? R. Yo tengo la suerte de hacer una soleá y hacerla como es, como la hace Tomás Pavón, pero, en vez de meterle una guitarra española, le meto una eléctrica. Eso no me importa, porque el cante está allí, como hace 100 años. En cuanto yo me salga de ahí, vale, pero si doy eso, que se jodan y que aguanten. Los flamencólogos tienen que acostarse un poco y pasar de nosotros, que nos tienen hasta los huevos. P. En sus canciones cita mucho a Dios. ¿Como los toreros, fía su carrera artística a Cristo y a numerosos santos? R. Se la encomiendo sólamente a Dios. No creo en santos, ni en vírgenes, ni en movidas. Pero en Dios, sí. Se la he encomendado a él para que me dé fuerzas para llevarla yo. P. ¿El flamenco ha alcanzado su tope de popularidad? R. Lo alcanzó con Camarón. Pero pienso que no está donde debería estar. Hacen falta cantaores jóvenes que tengan carisma y que transmitan al público. Hace falta eso, que nos sentemos en una silla, que no bailemos tanto y que cantemos un poquito más. P. Actualmente respalda a Antonio Canales. ¿Cómo acepta un solista no ser el protagonista de la función? R. Le canto un cante y le doy la música del espectáculo entera. Digamos que voy de artista invitado porque es mi colega, porque pienso que es el mejor y porque gano pasta.
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