La cornisa del Calderón se quebró al congelarse el agua en sus grietas

Los técnicos municipales de Urbanismo concluyeron ayer, tras inspeccionar el teatro Calderón, que el derrumbe de parte de la cornisa que mató a una joven que circulaba el viernes bajo el edificio se debió a un fenómeno de congelación. Ese día, el agua de lluvia, como consecuencia de un canalón atascado, se acumuló en el murete; luego se infiltró en la estructura y al helarse la dilató y la partió. La cornisa se quebró, según los técnicos, como una botella de cristal llena de agua en un congelador.

Tres técnicos de Urbanismo, capitaneados por Fernando Macías, jefe del Departamento de Protección de la Edificación, se subieron a una grúa ayer de 40 metros para inspeccionar la fachada del teatro Calderón. La conclusión de esta primera exploración fue que el desagüe de la cornisa estaba atascado y que el agua embalsada provocó, a la postre, el desprendimiento de la cornisa.El líquido se filtró en el murete por pequeñas grietas y, por el efecto denominado gelifracción, las fue agrandando hasta que la cornisa se resquebrajó y cayó. "Es el mismo efecto que se produce cuando metes una botella llena de agua en el congelador: el agua se hiela y se dilata. El cristal no aguanta el volumen y la botella se rompe", explicó Macías.

El Ayuntamiento ha cubierto la fachada con un andamio de 70 metros de ancho por 30 de alto, desde el que se llevará a cabo "un estudio más pormenorizado", según el jefe de los técnicos. Los especialistas municipales calculan que las tareas de revisión durarán al menos hasta el viernes.

Macías aseguró que "en un primer recorrido se ha apreciado que la fachada del edificio no sufre daños generalizados, pero sí hay cinco puntos en franco deterioro". Y añadió: "El Ayuntamiento instará a la propietaria del edificio, Delfina Muñoz-Lusarreta, a que los arregle". De no hacerlo, será el Ayuntamiento quien acometa la rehabilitación por la vía de la acción sustitutoria (la Administración realiza la obra por entender que existe riesgo sobre personas y cosas y luego le pasa la factura al propietario de la edificación).

El consistorio ya descubrió en 1993 que el edificio estaba en malas condiciones. Los inspectores de Urbanismo se percataron entonces de tres anomalías en el inmueble durante la denominada Operación Marquesinas, una revisión general de los edificios antiguos de la ciudad iniciada a raíz de la caída de la marquesina del cine Bilbao, que se saldó con seis muertos y 11 heridos. "Los tres desperfectos encontrados en 1993 se subsanaron en su día y no tienen nada que ver con los nuevos", indicó Macías.

Investigación paralela

El Juzgado de Instrucción número 37 de Madrid investiga la muerte de la joven ocurrida el pasado viernes. A pesar de ello, el grupo municipal socialista presentará una proposición en el pleno de mañana donde solicitará la creación de una comisión de investigación: "Hay cosas referentes a los edificios antiguos que no están muy claras: o bien se declaran en ruina sin razones bien explicadas o bien se caen a pedazos", dijo Juan Baranco, portavoz socialista.