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Un estudio denuncia la escasez de mujeres directivas en los medios de comunicación

"Cuanto más cambian las cosas, más se nota que hay otras que continúan igual". Con esta referencia, la británica Margaret Gallagher, autora de diversos estudios para la Unesco y la Comisión Europea en los que retrata la situación laboral de las mujeres periodistas en el mundo, exponía ayer una situación que, en su opinión, no se ajusta a las posibilidades de estas mujeres. Gallagher realizó su exposición en el marco de las jornadas La presència de la dona als mitjans de comunicació, organizadas por el Instituto Catalán de la Mujer y el Consejo del Audiovisual de Cataluña. En opinión de Gallagher, la presencia de mujeres en las redacciones y en los puestos directivos no ha crecido al mismo ritmo que la asistencia de alumnas a las aulas de escuelas y facultades de comunicación en todo el mundo industrializado. Se trata, por tanto, de "una historia inacabada". En uno de sus estudios, Gallagher toma como punto de partida la carrera, durante 10 años, de un grupo de hombres y mujeres de 19 medios europeos. De todos ellos, y aunque algunas de las mujeres accedieron a puestos de relativa importancia, sólo los hombres llegaron a direcciones y a consejos editoriales y de administración. Desde 1979 y en Estados Unidos, por ejemplo, se ha detectado, según la estudiosa, un aumento del 1% anual de la presencia de mujeres en los órganos de gestión de las grandes empresas. Con esto, bromeó, "aún faltan 30 años para llegar a un plano de igualdad". Las razones esgrimidas por Gallagher para justificar esta desproporción se encuentran en la cantidad de "ideas preconcebidas" que existen sobre la capacidad laboral de las mujeres y a la "presión social" que impide a muchas de ellas asumir responsabilidades. La orientación de muchos medios de comunicación ha cambiado en los últimos años. A juicio de Gallagher, la pérdida de lectores en la prensa escrita, por ejemplo, ha propiciado un aumento de las informaciones de carácter social y humano para cosechar nuevos clientes. Los responsables de los medios han permitido, de esta manera, que muchas mujeres accedieran a puestos de responsabilidad relacionados con estas áreas, pero reservándose para ellos las secciones políticas, que siguen teniendo más peso específico. Se trata, pues, de "una apertura que tiene que ver más con criterios empresariales que con un éxito de las mujeres por sí mismas". Recordó que también se les han abierto las puertas para que aparezcan delante de las cámaras y detrás de los micrófonos, aunque esta presencia "no tiene nada de inocente". "A los hombres les gusta ver a una mujer atractiva con un chaleco antibalas retransmitiendo en directo en una situación de peligro", ilustró.

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