_
_
_
_

Cossiga amenaza a D'Alema con la primera crisis seria en el Gobierno

Francesco Cossiga, ex presidente italiano, amenazó ayer con desatar la primera crisis seria en el Gobierno que preside Massimo D'Alema al solicitar a los tres ministros de su partido, la Unión Democrática para la República (UDR), que abandonen el Ejecutivo. La petición fue bien acogida por el ministro de Defensa, Carlo Scogmaglio, pero encontró resistencias en Gianuido Folloni, titular de la cartera de Relaciones con el Parlamento, y, sobre todo, en el de Comunicaciones, Salvatore Cardinale.Con tan abrupta decisión, Cossiga respondía a una declaración escrita, difundida ayer por el primer ministro, en la que reiteraba que el Gobierno de centroizquierda "está sostenido por una alianza formada por los partidos del Olivo y la UDR". La frase estaba contenida en un comunicado con el que D'Alema, "sorprendido y perplejo", pretendía calmar la irritación de su aliado centrista, causada por la reunión que celebraron el martes los grupos integrantes del Olivo, en la que acordaron presentarse a las elecciones europas no en una misma lista, pero sí con un programa y un emblema común.

Cossiga, que aspiraba a destruir el Olivo y el Polo (las coaliciones de centroizquierda y centroderecha, respectivamente, ejes del bipolarismo a la italiana) resucitando una alianza entre ex comunistas y ex democristianos, consideró que el acuerdo alcanzado el martes por el Olivo, significaba el fracaso de sus esfuerzos. Y el comunicado del primer ministro no hizo sino echar sal en la herida del veterano político, conocido por su acerada lengua. Visto que, para D'Alema, "el UDR es sólo una rueda de recambio", dijo Cossiga, mejor sería optar por una nueva alianza. "El país necesita una mayoría seria y ésta no lo es", declaró el ex presidente, "sería preferible restaurar el Olivo con el apoyo del Partido de Refundación Comunista, o crear un Gobierno de concentración". En estos momentos es constitucionalmente imposible convocar elecciones en Italia, debido a la proximidad del relevo en la presidencia de la República.

Árbitro político

D'Alema, que tenía previsto recibir anoche a una delegación del partido disidente, con o sin Cossiga, precisó que una cosa es discutir sobre las perspectivas políticas del centroizquierda, y otra poner en riesgo la "estabilidad del Gobierno, que es un bien para el país".Desde la caída en octubre pasado del Gobierno de centroizquierda presidido por Romano Prodi, al retirarle su apoyo el Partido de Refundación Comunista, Cossiga se ha convertido en árbitro de la escena política italiana. Ofreció primero los 31 votos de su partido a Prodi, para retirárselos después cuando éste se resistió a dar por muerto al Olivo. Cossiga y la UDR colaboraron de forma decidida en la llegada a Palazzo Chigi de un ex comunista, Massimo D'Alema. Ahora, apenas tres meses después del cambio de Gobierno, el viejo político amenaza con una crisis que, de no desencadenarse, le obligaría a abandonar el partido que creó hace un año.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_