Los socialistas instan al Gobierno a enfrentar una alternativa conjunta a la Declaración de Lizarra

El PSOE propone al Gobierno oponer una alternativa conjunta a la que defienden los firmantes de la Declaración de Lizarra y que supone el riesgo de que la opinión pública considere que la consecución de la paz exige necesariamente una negociación política que conduzca al País Vasco a la autodeterminación. Los socialistas creen urgente que los partidos que comparten la idea de que todos los pueblos de España pueden construir un futuro común planten cara a quienes transmiten que "la pacificación lleva consigo la secesión".La petición formal de diálogo del PSOE ha salido de sus máximos órganos de dirección junto a un decálogo en el que se vierte la posición de los socialistas, incluidos los vascos, que ayer fue presentado por el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, y el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros.

Primero en el Consejo Territorial, órgano que reúne a los secretarios generales, y después en la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, los socialistas han afinado su propuesta sobre el proceso de paz que previamente habían definido en un borrador el secretario general, Joaquín Almunia, y Redondo Terreros.

Tal y como ayer explicó el propio Borrell, los socialistas mantienen un notable grado de crítica hacia el Ejecutivo por no ser más duro con el PNV y no darles a ellos más participación en el proceso de paz, pero, además, ven imprescindible ir juntos frente a los firmantes de Estella. En las reuniones internas de sus dirigentes se ha concluido que urge que a Lizarra se oponga otra propuesta y se ofrecen a "elaborarla" junto al Gobierno.

De entrada, el PSOE quiere recuperar el consenso en política penitenciaria: "La democracia no debe claudicar ante la violencia, pero puede ser generosa con quienes la abandonen". También aboga por el tratamiento individualizado de la situación de cada preso y apoya "progresivos acercamientos a las cárceles próximas al País Vasco" y otras medidas de reinserción conforme avance la pacificación y se acredite "el abandono de la violencia". Borrell dejó claro que no hay baja o alta intensidad en ella: "Hay violencia, sin más".

"No estamos dispuestos a instalarnos en la resignación o el abandono. Creemos que es hora de que los partidos que comparten la idea de que todos los pueblos de España pueden construir un futuro común, que la paz se puede mantener sin secesión, que la cohesión se debe asegurar desde la diversidad, llamen a los ciudadanos a un ejercicio compartido de coraje cívico y democrático en defensa de nuestras convicciones". Así se expresó ayer Borrell, con vehemencia, al tiempo que afirmó que "la declaración de Lizarra es el verdadero programa del Gobierno vasco".

Los socialistas reafirman sus principios: "Queremos un futuro de paz para el País Vasco en un marco de autogobierno dentro de un proyecto federal para España".