Cascos se equipara al gregario que ayudaba a subir puertos a Induráin
Francisco Álvarez Cascos terminó ayer un día largo y muy especial con lágrimas en los ojos. Antes, también en Móstoles, Cascos comparó a José María Aznar con Miguel Induráin y él se atribuyó el papel de su principal gregario: Marino Alonso. El vicepresidente primero del Gobierno ofreció esta metáfora deportiva sobre los impresionantes triunfos del ciclista navarro en el Tour para explicar su actual alejamiento de la dirección del PP cuando se le preguntó por qué él no servía ahora para caminar al centro y sí Javier Arenas.
Cascos, risueño, justificó así su relegación: "No creo en las aventuras individuales, sino en las tareas colectivas. Creo que son importantes las individualidades, pero creo que a Induráin cuando había que subirlo para coronar un col [puerto en francés] el director de su equipo le ponía a un determinado corredor y subía hasta arriba. Y cuando llegaba a la parte llana de la etapa le ponía a otros corredores para acabar la carrera".El aún secretario general del PP no quiso pronunciarse sobre si era mejor el gregario escalador -su papel en el pasado para llevar a Aznar hasta La Moncloa- o el de sprinter, que atribuye ahora indirectamente a Arenas. Dijo que los dos son válidos para el liderazgo inequívoco de Aznar.
Cascos arremetió contra los que han publicado estos días quinielas de ceses y nombramientos del Gabinete. Cree que habría que cesarlos por sus errores. Considera los "cambios necesarios" ejecutados por Aznar con "sentido común" se derivan sólo de sustituciones en el PP.
Una cruz para la cuna
El vicepresidente clausuró en Móstoles (Madrid) unas jornadas políticas, participó en un ágape del partido y recibió el premio Populares 98 del PP local. Todo ello horas después de que su esposa, Gemma Ruiz, diera a luz en La Paz a su primer hijo, el quinto de Cascos. Tras recibir unos regalos (una cruz para la cuna y una cesta de aseo) construyó una historia en clave personal del PP en la que se comprometió a no olvidarse jamás del partido para que no se desmembre como otros.El vicepresidente advirtió a las decenas de militantes que asistieron al acto que el partido "tiene que sobrevivir a cualquier etapa de gobierno municipal, autonómico y nacional" y recomendó "no incurrir en el conformismo, no caer en el triunfalismo". Y no "permitir que desde el Gobierno vaciemos el partido porque nos olvidemos del partido". Álvarez Cascos aseguró en referecia a la llegada del Partido Popular al Gobierno: "No hemos llegado a ningún techo, no hemos cumplido ningún objetivo para que ahora nos toque descansar una temporada". "No hemos recorrido esta trayectoria de 20 años para que ahora alguien dé por finalizado el compromiso de trabajo" con el PP. Cascos aludió también al nacimiento de su hijo y manifestó que no olvidará el día de ayer, tanto por ese nacimiento como por la entrega del premio, ni el de mañana, en el que será nombrado ovetense del año. "Fíjense en las casualidades. El día 18 de enero, en el que todo el mundo decía que Aznar me iba a cesar si que se me va a olvidar. Y el día 19 y 20 nunca los olvidaré".
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