El guitarrista Javier Vargas hace restallar su "blues" latino en la sala La Riviera
Igual que se lamentó el cierre por orden municipal de la irredenta sala La Boca del Lobo (Centro) habrá que alegrarse ahora de la normalización de sus actividades. Aunque sin sus papeles arreglados del todo, desde hace poco más de un mes ha vuelto a organizar actuaciones con relativa tranquilidad. Este miércoles celebra su segundo aniversario con el concierto de un grupo sorpresa que, según rumores, se ha fraguado en torno al superviviente de Burning, Johnny Cifuentes. Pero hoy mismo ya darán guerra allí Las Abuelas Fumadoras. La semana sirve también para que, entre otras cosas, el guitarrista Javier Vargas descargue su blues latino en La Riviera.
Música étnica y jazz. Galileo Galilei seguirá sonando a jazz hasta el sábado, cuando termine con su Primera Universiada dedicada al género. Vlady y Paula Bas o el Edelman-Robb Quartet son algunas de las participaciones más interesantes. Mientras, el Central acoge al cuarteto de George Colligan, un destacado pianista que hace sonar moderno al instrumento sin perder de vista la tradición. Djambutu Thiossane es el grupo formado por tres jóvenes hermanos senegaleses establecidos en Madrid hace varios años. A ellos les toca poner los ritmos étnicos esta semana a cuenta de su disco Ass, Mass & Pap, sacado de sus propios apodos tradicionales. Herederos de la tradición de los griots -una suerte de juglares que ponían música en todas las celebraciones y transmitían la historia de su pueblo por vía oral-, son especialistas en los tambores djembes, con los que han participado en grabaciones de músicos españoles. Su música es el mbalax, la tradicional de Senegal, a la que añaden vapores madrileños. Hasta hacen un canto a su rico cocido.Guitarrazos y no tanto. La maestría con que Javier Vargas toca la guitarra ha traspasado las fronteras de España. Santana le invitó a tocar con él y Prince quiso verle en directo en su última visita. Aquí, sin embargo, ya se había descubierto su categoría años antes, pues Vargas saborea el éxito desde que empezó a publicar discos, a comienzos de la década. Feedback se llama el último y sobre el que está montado el espectáculo del jueves. Las voces del americano Bobby Alexander y del cubano David Montes han dado a la banda de Vargas una nueva dimensión en su búsqueda del blues con sabor latino. Stratovarius viene de Finlandia rendido al heavy metal más abrumador. La Riviera sucumbirá el sábado a sus guitarrazos, con los que presentará su nuevo disco, Destinity. Los brasileños Angra no les andan a la zaga y les harán de teloneros.
Para dejar constancia de que la guitarra no siempre está para apabullar, Robyn Hitchcock, el líder de los desaparecidos The Egipcians, un grupo de culto de la nueva ola británica, la toca en plan acústico acompañado por su armónica. Algo parecido a lo que hará otro veterano, el norteamericano Elliot Murphy, el sábado.
Pop apasionado. Juan de Pablos cumple dos décadas al frente del emocionante Flor de pasión, un irrepetible programa de radio hecho con corazón. Su forma de llevarlo desde la sinceridad le ha granjeado ya varias generaciones de oyentes que han aprendido a buscar con él el valor de la perfecta canción pop. Siroco le rinde dos noches de homenaje con las actuaciones de Meteosat, Astrogirls, Aneurol 50, Soul Tellers, Intronautas, Fresones Rebeldes o Bustamante, todos muy en la línea de su programa. El eclecticismo enriquecedor de Las Abuelas Fumadoras inicia hoy mismo el ciclo que organiza La Boca del Lobo y cuyo título es toda una declaración de intenciones: El retorno de los lobos. Con el veterano Juanjo Valmorisco al frente, Las Abuelas han debutado con Música ligera, un disco que les coloca entre los grupos llamados a renovar algunos de los parámetros más inamovibles del pop español. El disparate nacional lo pone el grupo femenino catalán Las Gambas, que trituran los clásicos del soul con divertidas versiones irreverentes en la frontera de lo políticamente incorrecto.
Más serios, pero también muy aptos para bailar y divertirse, los madrileños Malarians sirven el más puro ska durante dos noches. Presentan Hostal Caribe, su reciente tercer disco.
Flamenco. Estrella Morente, la hija del enorme cantaor Enrique Morente, lleva tiempo, a pesar de sus 20 años, haciendo alarde de su talento para el cante. A veces sola, o en espectáculos de su progenitor, ha demostrado que posee registros y matices de gran cantaora y con ellos se permite abordar gran variedad de palos flamencos. Este año va a debutar discográficamente en solitario, un disco que editará la misma compañía que ha confiado en el homenaje que ha hecho su padre a Lorca y en el que ella también pone su arte. El genial guitarrista Jerónimo estará con ella esa noche. Un clásico que lleva más de una década luciendo su dominio y duende con las seis cuerdas.
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