_
_
_
_

Intensa búsqueda en Alcalá y Madrid del reo fugado en Guadalajara

La Guardia Civil y la Policía Nacional intensificaron ayer en Madrid y Alcalá de Henares la búsqueda de Fernando Rivero Vélez, de 30 años, el preso calificado como muy peligroso que escapó el pasado miércoles de la Audiencia de Guadalajara, a la que había sido trasladado para ser juzgado por robo. El fugitivo, supuesto autor del doble crimen del hotel Reyes Católicos de la calle del Ángel de Madrid, burló, con las esposas puestas, la vigilancia de cuatro guardias civiles, que han sido expedientados.

Los agentes creen que el recluso, que iba indocumentado y sin dinero, contactó con algún conocido de Guadalajara para la huida. Se sospecha que abandonó pronto la ciudad. Ayer se establecieron controles exhaustivos en los poblados marginales de Madrid, ya que el fugitivo es adicto a la heroína. También hubo vigilancia exhaustiva en Alcalá de Henares, en donde el preso vivió la mayor parte de su vida, y en Guadalajara.La Guardia Civil ha distribuido a través de Internet la fotografía y la descripción de las características del preso. Mide 1,70 metros, tiene un tatuaje en el brazo izquierdo, es de complexión fuerte, tiene el pelo ondulado de color castaño oscuro y peinado hacia atrás y en el momento de la fuga iba vestido con una chaqueta beige y un pantalón de loneta del mismo color.

La Dirección General de la Guardia Civil ha abierto un expediente al sargento y a los tres agentes encargados de la custodia del preso para comprobar si hubo negligencia.

Según la Guardia Civil, el preso, considerado como "conflictivo y muy peligroso" estaba clasificado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en el Fichero Especial de Seguimiento. El fugado nació en Sama de Langreo (Asturias) el 26 de noviembre de 1968, y en su documentación figura como domicilio la calle de Emilio Castelar de la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde estudió en la Universidad Laboral y llegó a superar unas oposiciones de celador del hospital.

Se le considera un hombre duro e inteligente y ha vivido la mayor parte de su vida en Alcalá. A sus 12 antecedentes (atracos, robos con fuerza, falsificación de documentos, lesiones y atentado a la autoridad) suma un conocimiento milimétrico de los poblados marginales, en especial el de La Rosilla, donde, como otras veces, compró la cocaína que supuestamente corría por sus venas la noche del doble crimen del hotel Reyes Católicos. Ocurrió eldos de julio. Rivero Vélez, para llevarse el dinero de la caja, entró en el hotel y maniató al recepcionista. Luego, una pareja se acercó al hotel. Tocaron el timbre. Con esto no contaba el fugitivo. Abrió la puerta y, encañonando a la pareja con la escopeta, les obligó a ir hasta el descansillo de la escalera, lugar donde estaba maniatado el recepcionista. Allí, obligó a los dos visitantes a tumbarse en el suelo y les ató. Luego, disparó a la cabeza de los dos hombres. Sin más cartuchos en la escopeta, se acercó a la mujer y con un cortaplumas la hirió en elcuello, dándola por muerta. Pero no lo estaba: simplemente había perdido el conocimiento.

La pista crucial

Rivero Vélez fue detenido cinco días después en Castilblanco (Badajoz), cuando trataba de huir a Portugal. La pista que condujo a los agentes hasta el asesino fue una caja alargada de cartón donde Rivero Vélez escondía la escopeta eldía del crimen, y que dejó olvidada en el vestíbulo del hotel. La caja llevaba inscrita la dirección de una tienda de muebles de la calle Madre de Dios de Alcalá. Un policía recordó que cerca de esa calle vivía un conocido delincuente con 12 antecedentes llamado Fernando Alberto Rivero Vélez.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_