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Las instituciones pactan rehabilitar 5.770 viviendas de San Cristóbal

Las instituciones ya se han puesto de acuerdo en la necesidad de rehabilitar 5.770 viviendas del barrio de San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde). Los dirigentes del PP en el Ministerio de Fomento, la Comunidad y el Ayuntamiento se comprometieron ayer en una reunión a declarar este barrio de Madrid Área de Rehabilitación Preferente, con lo que los vecinos recibirán ayudas para el arreglo de su piso o, en su caso, el realojo en otra vivienda. Todavía no está clara la fecha del inicio de las obras, aunque sí qué institución hará cada cosa, según explicó ayer el concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez.El Ayuntamiento de Madrid correrá con los gastos de urbanización (arreglo de calles, de tuberías...); la Comunidad se encargará de pagar las subvenciones para la reforma de las viviendas, que llegarán hasta un 40%del arreglo de la casa, y el Ministerio de Fomento pagará los realojos.

María del Prado de la Mata, presidenta de la asociación de vecinos de San Cristóbal de los Ángeles, se mostraba ayer "muy satisfecha" por la decisión institucional de declarar a este barrio zona de rehabilitación preferente. Han sido dos años de movilizaciones, asambleas y reuniones para conseguir que las administraciones accedieran a conceder ayudas a los residentes de este barrio, que ya son propietarios de sus viviendas aunque buena parte de ellas fueran de promoción pública.

Amenazas de ruina

"Nos alegramos de que también el Ayuntamiento haya decidido costear la operación y de que exista el compromiso de realojar en pisos de alquiler social a aquellos vecinos que deban ser desalojados de sus casas porque amenazan ruina", añade. En principio ya hay 83 familias, de dos bloques, que tendrán que abandonar sus casas por inseguras.Las casas de San Cristóbal pertenecen a tres promociones distintas levantadas entre los años cincuenta y sesenta. La mayoría, 4.043, fueron erigidas por Poblados Dirigidos, un extinto organismo que dependía del Ministerio de la Vivienda. Del resto, 498 pertenecían a Renfe y otras 1.235 fueron construidas por la empresa Norah.

La lucha de este barrio contra las grietas ya es vieja. Hace ocho años se emprendió ya una rehabilitación del 70% de las casas que costó 3.200 millones a las tres administraciones. Pero fue inútil. Las fisuras se reabrieron y con ellas renacieron las protestas y el temor a que alguno de los bloques se viniera abajo.

Tras las movilizaciones celebradas en el otoño de 1996, los vecinos lograron que Fomento y el Gobierno regional encargaran un estudio a Prointec-Ingenieros Consultores sobre el estado de los 157 bloques del barrio. El contenido del informe ha avalado los temores vecinales y ha obligado a las instituciones a costear la reforma: de las 5.776 viviendas (157 bloques) hay 4.856 (132 bloques) que precisan algún tipo de rehabilitación por sus grietas.

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