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JUICIO AL PRESIDENTE

Lewinsky se niega a hablar con los fiscales si no es citada

Refugiada en su Los Ángeles natal, Monica Lewinsky intenta hacerse invisible estos días en que su nombre vuelve a estar en todas las bocas. ¿Comparecerá o no como testigo ante el Senado de Estados Unidos? Esta es la gran pregunta del juicio histórico que se celebra en Washington. Sólo otra la supera en interés e importancia: ¿escapará Bill Clinton a la destitución? A falta de que los senadores decidan si su presencia es o no imprescindible, los amigos de Lewinsky informaron ayer de que ella no tiene ninguna gana de volver a contar ante una asamblea de 100 políticos (y ante todo el planeta, merced a la televisión) los detalles de sus relaciones sexuales con Clinton en el Despacho Oval.Lewinsky ya ha dicho que no a una propuesta de la acusación para sostener una conversación privada, según se supo ayer. La propuesta le fue formulada a Plato Cacheris, abogado de la ex becaria de la Casa Blanca, por el grupo de 13 congresistas republicanos liderados por Henry Hyde que hacen de fiscales en el juicio. Lewinsky respondió que no piensa hablar con nadie, a no ser que reciba una citación formal.

Los acusadores, en cambio, sí que consiguieron hablar el lunes con Kathleen Willey, la ex empleada de la Casa Blanca que denuncia que un día Clinton la asaltó sexualmente en el Despacho Oval. Willey podría ser uno de los testigos reclamados por la acusación. Su papel sería aportar pruebas de que el presidente se comporta con sus empleadas como un predador sexual.

Detalles escabrosos

También podría contar el tipo de presiones a que fue sometida por la Casa Blanca para que mantuviera cerrada la boca. En esta fase inicial del juicio, la práctica totalidad de los senadores demócratas y no pocos republicanos no está interesada en que la voz de Lewinsky contando detalles sexuales escabrosos sea escuchada en la colina del Capitolio. ¿Pero podrán evitarlo? La acusación insiste en que el de Clinton debe ser un juicio con todos los demás, con presentación de pruebas materiales y declaración de testigos.La defensa de Clinton replica que los senadores ya cuentan con la declaración efectuada en agosto por Lewinsky ante el gran jurado y recogida, con todo lujo de detalles, por el fiscal Kenneth Starr en su informe ante el Congreso. De ser citada, Lewinsky no podrá negarse a comparecer ante el hemiciclo. Por el contrario, Clinton puede rechazar una citación semejante para presentarse físicamente en el Capitolio. En el único precedente histórico de un juicio de un presidente de EEUU, Andrew Johnson se negó en 1868 a comparecer ante los senadores.

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