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El alcalde de un pueblo de Sevilla acude enfermo y en pijama a un juicio

En pijama y con zapatillas de andar por casa se presentó ayer Juan Escribano, alcalde de Castilleja de Guzmán, al juicio que se sigue contra él en la Audiencia de Sevilla por infracción de derechos fundamentales y desobediencia a la autoridad. Todo indicaba que la vista iba a ser suspendida, ya que la defensa aportó un certificado médico acreditando que el primer edil sufre una afección cerebral. Sin embargo, el forense, consultado por el magistrado, concluyó que es una enfermedad crónica que no debía aceptarse como causa de suspensión. Al final, y ante el evidente mal estado del alcalde, la vista se aplazó hasta el 17 de febrero.

Cuando el alcalde apareció en el juzgado, una vez rechazada su enfermedad como causa de suspensión, apenas si podía andar, un ojo tapado y la mitad del cuerpo paralizada. Su teniente de alcalde, Nicolás Ruiz, explicó que Escribano sufrió hace sólo 14 días un amago de derrame cerebral. El abogado de la acusación, Julio Coca, lamentó la "imagen patética" y argumentó que nadie había obligado a venir al encausado. Según Coca, tan sólo se le había comunicado que el juicio podría celebrarse aunque él no estuviera presente. La defensa, por su parte, aseguraba que la policía había conducido a su cliente hasta el edificio de la Audiencia y anunció que estudiaría las posibles acciones contra quienes hubieran provocado esta barbaridad. Ante el retraso provocado por todas estas diligencias y vista la evidente mala salud del alcalde, el magistrado decidió posponer la vista hasta el próximo 17 de febrero. Juan Escribano está acusado por infracción de derechos fundamentales y desobediencia a la autoridad. Escribano es independiente y lleva gobernando la localidad desde hace 37 años, lo que lo convierte en uno de los regidores más antiguos de España. El origen de la causa es que el alcalde se ha negado sistemáticamente, desde que está en la alcaldía, a celebrar los plenos ordinarios a que tiene derecho la oposición, incluso una vez condenado por ello por el TSJA en el año 1994. Según explicó José Lozano, el portavoz socialista personado como acusación, "Escribano tan sólo celebra los plenos extraordinarios para tratar lo que a él le interesa ya que en este tipo de plenos no se puede salir del orden del día". El fiscal pide para el alcalde de Castilleja seis meses de inhabilitación especial para cargo público y 450.000 pesetas de multa por desobediencia a la autoridad judicial. La acusación solicita cuatro años de inhabilitación y multa de 450.000 pesetas por desobediencia e infracción de derecho fundamental.

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