Hemingway vuelve a Valencia
Valencia fue la ciudad en la que el escritor estadounidense Ernest Hemingway comenzó a escribir hacia 1925 la que probablemente sea su primera novela de peso, Fiesta. Y esta misma ciudad, donde el Nobel de Literatura de 1954 redactó 25 años más tarde pasajes de París es una fiesta y Muerte en la tarde, es la primera en rendir homenaje al escritor al cumplirse 100 años de su nacimiento. El Centre Cultural la Beneficència, dependiente de la Diputación de Valencia, inauguró ayer la exposición fotográfica Ernest Hemingway en nuestro tiempo, un recorrido vital a través de imágenes de las distintas etapas del escritor. La muestra incide en la especial relación que tuvo el autor de Por quién doblan las campanas con Valencia, "tan importante y fuerte" se atreve a asegurar el comisario de la exposición, Rafael Ventura Melià, "como la que mantuvo con Pamplona o París". Después de su primera visita, en 1924, la ciudad recibió repetidamente al escritor hasta 1959, dos años antes de que se descerrajara un tiro con una escopeta y acabara con su vida. Hemingway disfrutaba especialmente del mes de julio valenciano, atraído por el buen tiempo, el mar y la Feria de Julio. Carteles taurinos de la Feria, de la que era muy aficionado, una instantánea de su estancia en el céntrico hotel Inglés en plena guerra civil e imágenes del bombardeo de las tropas franquistas a Valencia, del que el escritor fue testigo ilustre, pretenden recordar las diversas estancias del premio Pulitzer de 1953 -principal galardón periodístico estadounidense- en Valencia. En una carta enviada a su amigo Waldo Peirce en 1928, reproducida en la exposición, el escritor dejaba entrever esta sintonía con la ciudad cuando, entre otros aspectos, describía como "condenadamente estupendo comer en la playa o en la ciudad un buen melón con una jarra de cerveza muy fría". La Beneficència exhibe 150 instantáneas seleccionadas de una colección de originales que superaba las 10.000. Junto a ellas, se recogen carteles taurinos y de adaptaciones cinematográficas de algunos de sus libros. La muestra bebe principalmente de los fondos de la John F. Kennedy Library de Boston, la segunda biblioteca más grande de Estados Unidos, que con unos 100 originales prestados se ha costituido en su principal fuente. La Fundación Ernest Hemingway de Oak Park (Chicago) -su lugar de nacimiento-, es otra de las instituciones que han aportado fotografías, junto a la Biblioteca Nacional. Documentos familiares procedentes del legado de su hermana Marcelline, fotografías de la propia Diputación de Valencia y de colecciones particulares completan las aportaciones y "contribuyen a que esta muestra sea la más completa jamás organizada en España", según comentó Ventura Melià. A lo largo de la visita se puede observar a un Hemingway adolescente junto a su familia, retratos de su presencia en la Primera Guerra Mundial como voluntario en la Cruz Roja, escenas de caza en Wyoming, de pesca en su residencia de Cayo Hueso (Florida) o acompañado de los escritores John Dos Passos o Robert McAlmon, ambos, asiduos visitantes de España y, como el propio Hemingway, vinculados a la llamada generación perdida, el grupo de 85 escritores estadounidenses que se establecieron en la Europa de entreguerras, donde escribieron gran parte de su obra. Entre la selección fotográfica también se han incluido imágenes del escritor con el torero recientemente fallecido Antonio Ordóñez. Hemingway cultivó amistad con famosos espadas de la época y de forma especial, con el Niño de la Palma, y su hijo, Antonio Ordóñez, a quien la muestra también rinde homenaje, segun manifestó su comisario. Por este motivo, ayer, el miembro de la cuarta generación de los Ordóñez, Francisco Rivera, acudió acompañado de su esposa, Eugenia Martínez de Irujo a la inauguración de la exposición. Carteles de películas Junto a las fotografías, se exponen varios carteles cinematográficos de las adaptaciones de las obras del escritor al cine, películas que solamente valoraba por el dinero que le proporcionaban. La única en la que realmente sentía que se había reflejado el espíritu de su libro fue la versión cinematográfica de la novela Forajidos, en la que Burt Lancaster y Ava Gadner dan vida en la pantalla a los protagonistas, y cuyo cartel está presente en la muestra. Quizás, como reconocía el propio comisario de la exposición, se eche en falta la presencia de manuscritos originales del escritor, un vacío provocado por las estrictas reglas de las instituciones propietarias de los documentos que impiden su salida de los Estados Unidos. El homenaje que Valencia ofrecerá a Hemingway no finaliza con la clausura de la exposición el próximo 21 de febrero. La Filmoteca de Valencia tiene previsto ofrecer un ciclo en julio que incluirá versiones cinematográficas de novelas del escritor. A estos actos se sumarán un seminario en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo y una conferencia que está previsto que pronuncie el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante en La Beneficència.
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