El Ballet del Teatro Marinskii lleva al Real la mejor danza clásica
La compañía rusa ofrecerá un programa dedicado a Mijaíl Fokin
La ocasión es histórica en sí misma. Por primera vez pisa el remozado escenario del Teatro Real de Madrid el Ballet del Teatro Marinskii de San Petersburgo, para muchos el mejor conjunto de danza clásica de cuantos existen. Y viene con un programa monográfico dedicado al coreógrafo Mijaíl Fokin, el primer y gran renovador del siglo, con piezas que se vieron sobre el mismo escenario en las legendarias temporadas de Diaghilev.
Al frente del conjunto está Majar Vaziev, que asumió el control del Ballet del Teatro Marinskii de San Petersburgo en su momento más difícil. Entonces nadie daba un duro por él ni por la compañía en medio de la desintegración de la Unión Soviética. Con su carácter entre sereno y dominante, puso a muchos en su sitio y emprendió una revitalización desde dentro que todavía está en marcha. El ballet ruso es un barco insumergible que atraviesa tormentas, deshielos y maremotos, pero siempre hace falta una mano rectora. Tras los fructíferos años en que la compañía estuvo en manos del coreógrafo Oleg Vinogradov, los tiempos imponían un cambio generacional, y eso llegó con Vaziev: "Actualmente nuestro país y su economía están en crisis, y nosotros somos parte, pero el trabajo dentro del teatro nunca se ha detenido y los problemas se resuelven sobre la marcha; tengo que decir que gracias a nuestro director, Valeri Gerguiev". En toda la historia del Marinskii nunca tuvo un director del ballet tan joven: "Mientras se desarrolló mi carrera de bailarín nunca pensé estar donde estoy. Entonces me preocupaba de mi trabajo sobre el escenario", asegura el flamante director, que también está abierto a la nueva creación: "Lo principal y lo que manda es el talento, y a partir de ahí surgen las nuevas obras de los coreógrafos actuales".
Desde hace unos años el Marinskii ha emprendido una serie de largas giras por todo el mundo: "La vida internacional de la compañía se ha multiplicado. En febrero vamos en pleno a China, después de 30 años; en marzo, a Italia; después, a Múnich, y finalmente el estreno en nuestro teatro de La bella durmiente, que a continuación llevaremos al Metropolitan de Nueva York. Hemos trabajado duramente para reponer ese clásico de Petipa en su lectura original con sus escenarios y más de 550 trajes, y ese estreno pone en marcha una recuperación rigurosa de los clásicos según sus lecturas originales".
Majar Vasiev arriesga siempre que puede ampliando el repertorio: "Este programa Fokin que vamos a poner en Madrid no hace mucho que está en el repertorio ordinario del Marinskii, pero creo que la impronta de la escuela de ballet petersburguesa es muy importante y aporta a estos ballets detalles de interpretación únicos. Por la misma regla, voy a llevar a Nueva York ballets de George Balanchine bailados por nosotros. Balanchine creó esas piezas en Nueva York con su compañía, pero no se puede olvidar que era ruso, formado en San Petersburgo, y de hecho hay en sus obras esa herencia, ese carácter. Yo pienso sinceramente que las coreografías de Balanchine necesitan hoy un aliento orgánico que está en nuestros bailarines".
Nuevas estrellas
En Madrid se podrá ver en pleno a un plantel de nuevas estrellas (Uliana Lopátkina, Irma Noriadza, Diana Vishneva y Svetlana Zajárova) junto a otras ya consagradas como Altinai Asilmurátova o Julia Majálina. Entre los bailarines destacan Faruk Ruzimatov, estrella indiscutible de hoy en el ballet ruso, y el joven Igor Zelenski, que ha desarrollado paralelamente una brillante carrera solista en el New York City Ballet.El equipo del teatro madrileño se ha volcado con los rusos, y es así que hasta en el último pasillo han duplicado la señalización en ruso para que los huéspedes del norte se orienten: "El Teatro Real es espléndido y nos han atendido de maravilla. La organización interna es perfecta y es un teatro al que tenemos que volver con nuestro gran repertorio", comenta Vasaiev. El Ballet del Teatro Marinskii de San Petersburgo en los últimos años ha estado solamente en dos ocasiones en España: primero en Madrid, en los Veranos de la Villa, a principios de los noventa, y luego en el Festival de Santander, hace dos temporadas.
Por su parte, el director de orquesta Alexander Titov, uno de los titulares del Teatro Marinskii y especializado en el ballet, no ha escatimado elogios para la Orquesta Sinfónica de Madrid: "Apenas hemos tenido tres ensayos y, ya en el tercero, la calidad era altísima. Es una orquesta muy profesional y muy sensibilizada, que trabaja a fondo en los matices y el estilo".
Babelia
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