Todos los partidos, salvo el PP, quieren que Cataluña sea circunscripción en las europeas

Todas las formaciones políticas catalanas, excepto el Partido Popular (PP), pidieron ayer que Cataluña tenga su propia circunscripción electoral en las elecciones al Parlamento Europeo, de forma que los representantes elegidos sean ajenos a la suma de votos que se produzca en el resto de España. Esta reivindicación, cuyo plazo no se fija para las próximas elecciones europeas que se celebrarán el 13 de junio, está motivada por la escasa representación de los intereses de Cataluña en las instituciones de la Unión Europea, según declararon ayer dirigentes políticos de CiU, PSC, IC-Verds y ERC.

Todos los partidos catalanes se dieron cita ayer en el Centro Internacional de Prensa de Barcelona para debatir sobre los retos que presenta las elecciones al Parlamento Europeo. El acto se convirtió en el pistoletazo de salida de la precampaña electoral de las europeas. El único partido que no asistió fue el Partit per la Independència, de Àngel Colom, que fue vetado por el secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira. El PP fue el único partido que se desmarcó de la propuesta de crear un espacio electoral independiente del resto del Estado para las europeas, mientras que los socialistas matizaron que esta medida debería ir acompañada de una reforma del Senado. Narcís Serra, primer secretario del PSC, dijo que "hay que conseguir que la Cámara Alta se asemeje al Bundesrat alemán". Esta institución engloba los diferentes Estados federados alemanes y coordina su representación en las diferentes organizaciones de la Unión Europea. Preguntado sobre si la propuesta cuenta con el apoyo del PSOE, Serra dijo que "hay que hablarlo" y que, en cualquier caso, el Senado debería ser la institución que coordinara los intereses de las comunidades autónomas españolas en las instituciones europeas. Consenso político El primero en abrir el fuego en el debate de ayer fue Pere Esteve, secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y cabeza de lista de las próximas europeas, quien alentó al Gobierno central a fijarse en el sistema electoral que hay en el Reino Unido, "en donde naciones como Escocia eligen directamente a sus representantes europeos". Ignasi Farreres, secretario general de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), y el socialista Narcís Serra fueron quienes mostraron un mayor grado de acuerdo sobre la causa que hace que Cataluña necesite nombrar de forma directa a sus representantes en Europa. Farreres y Serra alertaron del peligro que, en su opinión, supone para Cataluña ser "un país rico en un Estado pobre". Farreres añadió: "Somos contribuyentes netos en la Unión Europea cuando hay países con rentas superiores que reciben más dinero que nosotros". Serra, por su parte, llegó a advertir de que esta situación puede ser muy perjudicial. El dirigente socialista recordó a los partidos nacionalistas que para su partido todo reparto de poder político y económico debe ir acompañado en Cataluña de un mayor protagonismo de los ayuntamientos. Según Serra, "el hilo conductor debe ser el federalismo", que sería el sistema político que daría sentido a una subsidiariedad tanto hacia dentro como hacia fuera de Cataluña. Josep Lluís Carod-Rovira, secretario general de ERC, fue más gráfico en su defensa particular de la iniciativa de circunscripción propia: "Cataluña es sponsor de la Unión Europea igual que Alemania, pero nuestra marca no aparece en ningún sitio". En su turno de intervención en la mesa redonda, Rafael Ribó, presidente de la formación ecosocialista IC-Verds, se preguntó en voz alta: "¿Por qué no se ha creado ya una circunscripción catalana propia si la normativa europea lo permite?". Ribó criticó a los socialistas por no llevar a cabo la iniciativa durante sus 13 años de Gobierno en el Estado, y a los convergentes porque tampoco plantearon la cuestión cuando apoyaron al PSOE en sus últimos años en el poder. El debate de ayer en torno a los retos que plantea a los partidos catalanes las elecciones europeas transcurrió con pocas discrepancias. CDC, PSC, UDC, PP, IC-Verds y ERC coincidieron en reclamar una mayor transparencia democrática y de gestión de las instituciones europeas, en alusión a la crisis que padece estos días la Comisión Europea por la censura que el Parlamento Europeo ha presentado a sus comisarios, a los que acusa de mala gestión y fraude. Todos reclamaron una mayor transparencia democrática en la gestión de los recursos de la Comisión que preside Jaques Santer. También hubo coincidencias a la hora de establecer como reto para Cataluña y el resto del Estado llegar a las cotas de bienestar social que disfrutan hoy los países europeos más ricos. En este punto, Alberto Fernández Díaz (PP) aseguró que el Gobierno central tiene dos objetivos: crear 1.300.000 nuevos puestos de trabajo hasta el 2002 y que, para el 2006, España llegue al 90% de la renta media por habitante de la Unión Europea. Tanto Serra como Ribó defendieron la vigencia del debate izquierda-derecha, mientras que CiU y ERC creen que la nueva etapa depara una discusión más transversal, que dé protagonismo a la pluralidad nacional de Europa. PASA A LA PÁGINA 3