Miles de ciudadanos padecieron en las carreteras el inicio de un lunes blanco
VIENE DE LA PÁGINA 1 El de ayer no fue un amanecer agradable para quienes debían incorporarse al trabajo, volver al colegio o a la Universidad después de las vacaciones navideñas. Al fatídico lunes se unió el desapacible tiempo que durante la pasada madrugada dejó un manto de nieve y hielo en las carreteras vascas, lo que complicó sobremanera el tráfico y las comunicaciones entre las tres capitales y las poblaciones colindantes. A última hora de ayer permanecían cerrados al tráfico diez puertos de montaña: Orduña, Herrera, Bernedo Aiurdin y Opakua, en Álava; Lizarrusti y Bidania, en Guipúzcoa; Dima, Bikotzgane y Orduña, en Vizcaya. "No hay ni un sólo agente que canalice todo esto", comentaba indignado un pasajero que a las 9.30 se había subido al autobús que cubre el trayecto entre San Sebastián y Bilbao. En condiciones normales, el autocar tarda una hora y cinco minutos en recorrer los 110 kilómetros que separan ambas capitales. Desde las cristaleras, se veía a lo lejos la bahía donostiarra: impasible. Así, durante toda una hora, el tiempo que la enorme caravana de coches, autobuses y camiones, agolpados todos ellos en el carril izquierdo, tardaron en rebasar el alto de Orio recorriendo apenas 10 kilómetros. Los miles de usuarios que habitualmente transitan por el tramo que une Vitoria (A-624) con el enlace de la autopista que conduce a Bilbao (A-68) vivieron una experiencia similar. A media mañana, en los apenas 15 kilómetros que transcurren entre la localidad alavesa de Apodaka y el alto de Altube, los conductores debieron soportar largas colas provocadas por la acumulación de camiones, que difícilmente podían transitar por la calzada e imposibilitaban el acceso de las máquinas quitanieves a la zona colapsada por los vehículos pesados. También fueron frecuentes las salidas de la calzada y las colisiones de alcance, que provocaron retenciones de hasta una hora. Precisamente en esa zona, y en sentido contrario, el conductor de un camión resultó herido a las 11.30 después de que su vehículo cargado de bombonas de butano hiciera la tijera al tratar de esquivar a dos turismos que estaban parados en la calzada. Sin la autovía de Leizarán A pesar de que la Dirección de Tráfico anunciara el pasado 1 de noviembre la puesta en marcha del Plan de vialidad invernal para hacer frente a situaciones como las padecidas ayer, lo cierto es que las primeras nevadas generalizadas de la temporada han puesto en entredicho tales medidas. Al menos, durante las primeras horas del lunes. Las heladas contribuyeron a que los habituales puntos conflictivos de las carreteras próximas a Bilbao registraran retenciones de mayor calado. El puente de Rontegi y el viaducto de Muskiz congregaron a un gran número de vehículos que ralentizaron su paso por medidas de precaución y provocaron mayores atascos que de costumbre. La autovía de Leizarán, que une Guipúzcoa con Navarra, permaneció cerrada durante casi toda la mañana de ayer, impidiendo el tránsito de todo tipo de vehículos hasta las 15.30, momento en el que se abrió la circulación aunque sólo para los turismos. Los camiones pudieron transitar unas horas más tarde en un sentido: dirección a Andoain (Guipúzcoa).
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