CiU empieza a marcar distancias respecto al PP con su defensa del pacto fiscal y del modelo de Estado

Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) han comenzado a marcar distancias con el Partido Popular (PP). El instrumento de este alejamiento -en marcadas características preelctorales- es el pacto fiscal y el modelo de Estado, que ayer, con matices distintos, fueron abordados por el presidente del comité de gobierno de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, y por el secretario general de CDC, Pere Esteve. Ambas formaciones celebraron sus primeras reuniones del año en un ambiente de calma que en este caso no precede a ninguna tempestad, al menos a la vista. El primer efecto balsámico de esta comunión ha sido el anuncio del pacto municipal (ver EL PAÍS del pasado domingo). Incluso ayer por la tarde, el secretario general de CDC, Pere Esteve, intentaba localizar al secretario general de Unió, Ignasi Farreres, para proceder a presentar el acuerdo de manera inmediata. Tanto Esteve como Duran aseguraron ayer que la negociación estaba en la recta final y que esta semana, o tal vez la próxima, se anunciará el acuerdo municipal, cuyos detalles se negaron a revelar los dirigentes de ambos partidos. En ese clima de entente cordial, los dirigentes de CiU también coincidieron en su defensa del pacto fiscal, caballo de batalla de la coalición en un año en el que la efervescencia declarativa parece destinada a suplir las iniciativas políticas de calado. Tal como han avanzado dirigentes de la coalición, la guerra con el PP se va a limitar más a los grandes principios, siempre etéreos, que a las realidades concretas. Duran Lleida fue el primero que entró a analizar el pacto fiscal y subrayó su criterio de que debe ser cuestión de todas las fuerzas políticas. "No se puede llegar a acuerdos con el Gobierno español sin haberlo hecho con las fuerzas políticas catalanas", pero "todo esto en la medida que sea factible", subrayó el presidente del comité de gobierno de UDC. Pere Esteve, en esa misma línea, destacó que se buscará el "máximo consenso posible siempre que no se retrase la propuesta". El secretario general de CDC no desaprovechó la ocasión para entrar a criticar al candidato socialista, Pasqual Maragall, de cuya candidatura dijo que "tiene aroma de pasado".