Kiko Veneno: "El arte sale la mayoría de las veces de la pobreza"

José María López Sanfeliú, más conocido como Kiko Veneno ofrecerá esta noche un concierto en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Este cantante clave en el flamenco-rock regresa a la capital donostiarra con Puro Veneno un trabajo en el que revisa 14 de sus temas más conocidos. Con esta actuación clausura la gira que inició a principios de noviembre en Sevilla. Kiko Veneno viene del calor que se atribuye a los músicos del sur a actuar ante un público al que el tópico siempre ha tachado de frío. Para el cantante, las diferencias existen y tienen mucho de connotación socioéconómica. "El arte", dijo ayer, "sale la mayor parte de las veces de la pobreza. Tiene esa característica gratuita de liberación de la vida que la gente que tiene dinero no puede ni siquiera llegar a entender". Veneno tiene clara la frontera entre el norte y el sur. "Nosotros no tenemos ningún equipamiento social, ni político, ni cultural en Andalucía, pero salen grandes genios de la música y de la poesía. Vosotros tenéis un mayor desarrollo, pero es difícil que pueda salir de aquí algún Lorca". Y concluye: "Lo que nos queda por hacer es acercarnos (...). Tampoco es válido conformarse con un arte predeterminado y dirigido". El cantante, catalán de nacimiento pero sevillano de adopción, busca de continuo esa liberación expresiva en la creación y la interpretación. Trata de que cada concierto tenga su propia impronta, que las actuaciones de una misma gira cobren un sabor distinto. Con Puro Veneno frena su ánimo experimental, echa la vista atrás y actualiza 14 de sus canciones más emblemáticas, para que se escuchen con una mirada distinta. El cantante reclamó la colaboración de Raimundo Amador, Santiago Auserón, Albert Plà, Martirio y Andrés Calamaro, entre otros, para la grabación de este trabajo que hoy presenta acompañado de su grupo habitual: el bajista Juan Ramón Caramés, los guitarristas Raúl Rodríguez y Carli Cepeda y el batería Rafael Montañana. El espectáculo se abre a la improvisación en dos partes claramente diferenciadas. "En la primera mitad, la gente tendrá que escuchar aunque quiera bailar y en la segunda deberá bailar aunque desee sólo escuchar". Es su singular regalo a un público al que respeta sin límites. "Me siento totalmente recompensado por el público", aseguró. El éxito que ha alcanzado con su discurso musical en clave de flamenco rock ha superado todas sus expectativas iniciales. "Para mí, ser disco de oro en España es fantástico". Pero, al margen de consideraciones comerciales, Veneno considera su mayor logro profesional su trabajo con Camarón de la Isla. "Nunca he tenido a un cantante de tanta categoría interpretando mis canciones". Corriente andaluza Precisamente, el cantante cree que fue con Camarón con quien nació una corriente de música andaluza que se ha mantenido constante a lo largo del tiempo. "Ahora no se puede hablar de un boom", precisó. "Es algo continuo porque es real, está basado en una música de un sentimiento que tiene mucho fundamento y mucha raíz. Eso le hace mantenerse constante pero no ser espectacular". Veneno se aferra a esta creencia a pesar del éxito de autores como Niña Pastori, que han conquistado el mercado discográfico. Y de su propia carrera, que reconoció que en algunos momentos ha sido "errática". Su punto de inflexión lo sitúa en el disco Échate un cantecito (1995). "Desde entonces", afirmó, "me siento mucho más seguro y con mayor dominio de mi trabajo. La época maldita y errática está enterrada; ya no tengo esas dudas y esa lucha constante con las cosas que hago como tenía antes". El cantante, que supo sacar provecho de la disciplina de su etapa de funcionario, prepara ahora en un disco que saldrá al mercado el próximo año. Adelanta que este trabajo "sonará más a nuestro tiempo".