ETA encarga a Jarrai que acose a militares, policías y ediles del PP hasta las municipales
La organización terrorista ETA puso en marcha a finales del pasado mes de octubre -a la sombra de la tregua y una vez celebradas las elecciones vascas- un minucioso plan de hostigamiento y atentados callejeros contra policías, militares, políticos del PP e intereses económicos españoles y franceses en Euskadi. Así se refleja en dos documentos difundidos entre su militancia por el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) y que han sido interceptados por las fuerzas del orden. El plan de acoso, encargado a los jóvenes violentos de Jarrai, tiene una vigencia de siete meses -hasta las elecciones municipales- y pretende evitar además que "el PP se reequilibre y se vaya resituando políticamente con comodidad".
Dicho y hecho. Los cargos públicos del PP en el País Vasco, que empezaron a respirar tras la tregua de ETA y durante la campaña electoral, regresaron de nuevo al temor tras comprobar que seguían estando en el punto de mira. Sus fotografías volvieron a las paredes junto a textos amenazantes, sus casas apedreadas, sus negocios quemados... Otro tanto ocurrió con las fuerzas del orden -artefactos incendiarios contra un militar en Vitoria o contra la vivienda de un guardia civil en Pamplona-, con las oficinas de Correos y los apeaderos de Renfe. Ahora se sabe -los documentos recién interceptados no dejan lugar a dudas- que el rebrote de la violencia callejera no obedece a impulsos incontrolados, a grupúsculos descarriados de la propia organización, y sí a una auténtica estrategia. Un plan diseñado a finales de octubre y a siete meses vista -diciembre de 1998 y seis primeros meses de 1999-, lo que supone además una innovación en el entorno de Jarrai. Hasta ahora sus campañas eran quincenales. Ahora, por primera vez, se desarrolla una auténtica planificación más duradera en el tiempo, de actuaciones por fases, coordinadas en cada una de las tres provincias vascas y en Navarra.
Todo ello se plasma en un documento, de uso interno de la militancia de Jarrai, titulado Bagoaz Independentzia eta Sozialismoruntz (Vamos hacia la independencia y el socialismo). "La juventud vasca", señala el panfleto, "debe demostrar qué consecuencias conlleva el mantener esta situación, esto es, debe extender la alarma social sobre la situación que sufrimos los jóvenes vascos y de Euskal Herria. Vamos a activar a nuevos sectores en diferentes luchas y dinámicas".
"Ante la nueva expectativa esperanzadora gracias al acuerdo de Lizarra y a la tregua indefinida marcada por la organización armada vasca ETA", continúa otro de los documentos de Jarrai, "la kale borroka (lucha callejera) dejará de actuar contra numerosos objetivos ya marcados hasta el día de hoy; sólamente serán atacados intereses españoles y franceses afincados en Euskal Herria como Correos, Telefónica..., así como también las Fuerzas de Seguridad españolas y francesas (txakurras, pikoletos)".
Con ese objetivo, Jarrai acaba de crear dos grupúsculos satélites, a los que llama "nuevos promotores", y a los que encarga unas labores determinadas. Uno de los nuevos colectivos, denominado DUNA, está encargado de movilizar a los jóvenes, de crear un "colchón social"; al segundo, bautizado BAGA, le corresponde la agitación dialéctica, una "constante postura de interpelación". Jarrai también dirige y coordina las acciones del movimiento antimilitarista Malatxa.
Ya en la planificación de las acciones concretas, Jarrai señala entre sus objetivos principales a militares, policías, guardias civiles y ertzainas. Se trata -según los documentos intervenidos- de obtener información sobre los militares y agentes del orden desplegados en el País Vasco y Navarra: saber de sus lugares de reunión y esparcimiento, de sus horarios y viviendas.
La nueva estrategia del entorno de ETA se va cumpliendo punto por punto. Uno de los documentos interceptados señala que los acuartelamientos de la Guardia Civil en el País Vasco y Navarra deben ser atacados. Y a esa instrucción obedece la lluvia de cócteles mólotov caída el día 5 en el cuartel de Getxo, en Vizcaya.
Jarrai implica además en la lucha a distintos colectivos con los que sintoniza -asociaciones de barrio, de comerciantes, "asambleas de taskeros..."-, aunque con mención especial a las Gestoras pro Amnistía. Precisamente ayer, Aitor Jugo, el portavoz de la organización, pidió a la sociedad vasca que "señale" a los políticos del PP como "responsables" de la política penitenciaria del Gobierno. "Da igual", añadió, "de qué manera se les señale, ya sea en la calle o donde sea; los parlamentarios, concejales y los de la ejecutiva del PP son los responsables de esta política".
"El PP", acusó Jugo cumpliendo de lleno con el objetivo de ETA, "es la mano que mece la tortura de los 500 presos".
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